tag:blogger.com,1999:blog-87576493926621894572024-03-13T22:51:49.640-07:00Historietas y PiruletasRak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.comBlogger88125tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-55905408178269920232023-10-24T02:05:00.002-07:002023-10-29T03:35:41.574-07:00 Escritura creativa avanzado UPZ - Amanda<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ-IdnCzGxNbJq7NC2l9kjZi38SHkUvKfm9mUqm_t4PWvazWFTSVpiSaIZ9C8CFT5OnsYl-dh5UoLuRNw7VkpfyjkafWZiA2dlcBDAUwOLevQBj-aB4RESaeN36xd03oBD9UiqpnliUS5TtBVo0bYpYVE7SIMpheQY46rEk0_hPMd8l6dasm6V9xgRTiI/s960/Amanda.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="888" data-original-width="960" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ-IdnCzGxNbJq7NC2l9kjZi38SHkUvKfm9mUqm_t4PWvazWFTSVpiSaIZ9C8CFT5OnsYl-dh5UoLuRNw7VkpfyjkafWZiA2dlcBDAUwOLevQBj-aB4RESaeN36xd03oBD9UiqpnliUS5TtBVo0bYpYVE7SIMpheQY46rEk0_hPMd8l6dasm6V9xgRTiI/s320/Amanda.png" width="320" /></a></div><br />Nunca me ha gustado el circo, no sé, hay algo en ese ambiente que me repele. Algo turbio. Sin embargo aquí estoy, sentado al lado de Amanda. La observo. Está tan guapa, tan radiante, feliz como una niña. Es una mujer caprichosa. No entiendo cómo a estas alturas, no se ha cansado todavía de mí.<p></p><p>Se apagan las luces y un foco alumbra la pista, aparece un señor bajito y regordete con un sombrero de copa y un ridículo bigote.</p><p>—Damas y caballeros, niños y niñas. Esta noche contamos con la presencia de Mihail Florescu, ¡el famoso lanzador de cuchillos!</p><p>La orquesta empieza a tocar una animada música, mientras aparece en la pista el lanzacuchillos y su guapa ayudante a la que ata a una rueda y, mientras gira, le lanza cuchillos de todos los tamaños. Pese a no estar en primera fila, tengo la piel de gallina. Padezco de aicmofobia, miedo a los objetos afilados, y tengo que hacer un esfuerzo considerable para no apartar la mirada y quedar como un cobarde delante de Amanda. Una vez acaban, la desata y ambos miran a las gradas.</p><p>—Voy a necesitar un voluntario —dice.</p><p>Se hace el silencio. La ayudante pasea entre las butacas observando a los espectadores. Se acerca a nuestra zona. «No hagas contacto visual» pienso. Pero soy imbécil y la miro a los ojos cuando pasa a mi lado. Ella sonríe y se planta delante de mí. Me ofrece su mano. Miro a Amanda que empieza a aplaudir emocionada, el resto del público la imita. Me resigno y me levanto para seguir a la ayudante a la pista.</p><p>—Parece que tenemos un valiente —dice el lanzador—, ¿cómo te llamas?</p><p>—Mateo.</p><p>—Muy bien, Mateo, espero que no le tengas miedo a los cuchillos. </p><p>El publico ríe. Yo suelto una risa nerviosa. Estoy acojonado, pero bajo ningún concepto lo voy a demostrar delante de toda esa gente. </p><p>La ayudante me pone una capucha en la cabeza que me deja a oscuras. Y me conduce a la rueda a la que me ata con una correa por muñecas y tobillos.</p><p>«¿Qué narices hago aquí?» me pregunto.</p><p>—Ohhhhhhh —el público murmura y aplaude. El lanzador debe de estar mostrando lo afiladas que están las armas.</p><p>De repente, silencio. Escucho el roce metálico de los cuchillos. Un escalofrío me recorre la espalda.</p><p>—Mateo, ¿estás listo? —pregunta.</p><p>No lo estoy, pero no me da tiempo a contestarle. El cuchillo impacta a mi izquierda y se queda clavado en la madera. Acto seguido tres impactos más entre mis piernas. La tela de la capucha se me pega a la cara y empiezo a sudar. Otro impacto a mi lado derecho. Y otro muy por encima de mi cabeza. Quiero gritar. Pero tengo que mantener la compostura. ¿Qué clase de tarado voy a parecer si me pongo a chillar como un loco en mitad del número? «Aguanta Mateo» me digo, «esto no puede durar mucho». Tras el último impacto la gente empieza a aplaudir. «Ya está» Sonrió y escucho como la ayudante se acerca para recoger los cuchillos.</p><p>—Y ahora. ¡El más difícil todavía! —anuncia el director de pista. </p><p>Sin avisarme, ponen en marcha el motor de la rueda. El corazón se me desboca.</p><p>—Espera un momento —digo, pero mis palabras se pierden entre los aplausos del público.</p><p>Al principio gira lenta, pero poco a poco va aumentando la velocidad. Empiezo a marearme. Esto no me gusta, me agarro con fuerza a las correas.</p><p>El primer impacto hace que el publico estalle en una ovación. El cuchillo agujerea la capucha a pocos centímetros de mi cabeza. Desprende calor y huele a humo y a productos químicos. Los cuchillos están ardiendo. </p><p>El segundo impacto me asusta de verdad. Ha sido tan cerca que noto el roce del filo en mi antebrazo. </p><p>Cuando voy a increparle, el tercer impacto me atraviesa el muslo. Tardo unos segundos en sentir el dolor inmenso que se apodera de toda la pierna. Grito pero no se me oye. </p><p>Otro cuchillo penetra en mi hombro. La punzada del dolor me golpea como un rayo. Empiezo a llorar. Les suplico que paren. Como respuesta otro cuchillo me hiere en la misma pierna.</p><p>La orquesta sigue tocando, y el publico aplaude enardecido. El tirador lanza mas cuchillos que se hunden en mi mano, en mi brazo, en mi costado. </p><p>Es difícil ordenar los pensamientos, mientras doy vueltas, el dolor abrasa cada parte de mi cuerpo. El olor a sudor y carne quemada me provoca arcadas. A lo lejos escucho los gritos, los rugidos de los espectadores que piden mas.</p><p>El último cuchillo se clava en algún lugar de mi pecho. Ni siquiera siento el dolor. Respiró con dificultad y espero a la muerte.</p><p>Entonces me quitan la capucha y veo a Amanda con el cuchillo en la mano. Está guapísima, radiante. Y dispuesta a deshacerse por fin de mí.</p><hr /><p><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Avanzado </b></u></i><i> - Géneros - terror: Escribir un relato que despierte una sensación angustiosa en el lector.</i></p><div><br /></div>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-67081599672635450922023-10-17T02:00:00.006-07:002023-10-29T03:35:14.014-07:00 Escritura creativa avanzado UPZ - El advenimiento<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3u6r0ZImpxf0t2KAYRAuulO5RlEQlEWj5OvKZP0w7W-94Arsy8kahpKcJlxhGuea1HyNc2AjJ-I9tb75huDwDKwDS0dBYzSK6Tv23Gf3qEQIc_O3fgJQW3Suo7Ess9klgWPHbNM9YlCq2FIIJowDC4zDmi-MasfMf30SjSrBMtJE0NaF9Yszc5kPF9XE/s920/El%20advenimiento.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="846" data-original-width="920" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3u6r0ZImpxf0t2KAYRAuulO5RlEQlEWj5OvKZP0w7W-94Arsy8kahpKcJlxhGuea1HyNc2AjJ-I9tb75huDwDKwDS0dBYzSK6Tv23Gf3qEQIc_O3fgJQW3Suo7Ess9klgWPHbNM9YlCq2FIIJowDC4zDmi-MasfMf30SjSrBMtJE0NaF9Yszc5kPF9XE/s320/El%20advenimiento.png" width="320" /></a></div><br />Ellos ya lo sabían, el advenimiento había sido profetizado por el Oráculo varias lunas atrás, así que cuando vieron aparecer entre los árboles de la selva al vehículo de exploración, la tribu de los Onods ya tenía preparado un pequeño comité para recibirlos, compuesto por el alto chamán Aluth, sus dos hijas y el resto de los ancianos.<p></p><p>Eran un pueblo tranquilo que se dedicaba a la caza y a la recolección. Ubicado en un lugar recóndito y de difícil acceso que nunca había tenido problemas a lo largo de su existencia. </p><p>El mayor Andy Bright fue el primero en descender del vehículo. Observó con curiosidad a su alrededor antes de posar su vista en los nativos. </p><p>A éstos, les llamó la atención el extraño atuendo del forastero que le cubría cuerpo y cabeza. Nunca habían visto nada igual. Enseguida le siguieron varios soldados ataviados igual y armados con rifles.</p><p>Alnuth dio un paso al frente y alzó su báculo en señal de bienvenida. Los soldados le apuntaron y el chamán sonrió ignorante de la amenaza. Ihmit y Ehrie se acercaron a su padre cargando cestas repletas de obsequios. Él las miró y asintió orgulloso.</p><p>Bright levantó el brazo indicando a su tropa que bajaran las armas y se quitó el casco para mostrar una cara amigable y sonreír a las pequeñas. Les sorprendió que el tono de piel del forastero fuera tan diferente al suyo.</p><p>Ehrie, la mayor, se acercó. En su cesta llevaba deliciosas frutas. El mayor Bright se agachó para recibir el obsequio de la niña que se retiró con una bonita reverencia.</p><p>Llegó el turno de Ihmit, que portaba una cesta repleta de flores y adornos artesanales. Estaba eufórica. Cuando estuvo cerca, no pudo esperar a meter la mano en la cesta y sacar sacar un objeto alargado y metálico.</p><p>Uno de los soldados, entrenado para reaccionar ante cualquier amenaza, levantó su rifle y disparó a la pequeña. </p><p>El estruendo hizo volar a los animales de las ramas cercanas y su eco provocó que, por primera vez, toda la selva se quedara en silencio. El contenido del cesto se desparramó por el suelo, llenándolo de coloridas flores y cuentas de madera. El ídolo plateado que representaba a su diosa Ricut, rodó hasta los pies de los soldados.</p><p>La voz llegó desde la nave a través de los auriculares.</p><p>—Mayor Bright, hemos escuchado una detonación, ¿todo bien?</p><p>Andy Bright se levantó y se volvió a poner el casco.</p><p>—Todo bien —respondió acariciando el parche de la NASA de su uniforme—, la misión está en marcha. </p><p>Hizo una seña a su tropa para que abriera fuego contra los indígenas. Cerró los ojos y cogió aire. Él no tenía la culpa. Habían llegado a ese pequeño planeta para conquistarlo.</p><hr /><p><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Avanzado </b></u></i><i> - Argumentos: Escribir un relato que hable de la injusticia cometida en torno a un pueblo milenario cuyos habitantes son pacíficos y solidarios.</i></p><div><br /></div>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-75603824872446190272023-10-10T01:57:00.006-07:002023-10-29T03:34:52.672-07:00 Escritura creativa avanzado UPZ - Pequeños<p><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaTvMF38-tnTv1vqhBlbRvAPkSXdBt8ySII2-CVBOBXl9tt6uEzGdoWaoZ8NMCHTvbEOYJQuDkd38Qg1Y86peW7ksNxRA_kgb2OldCOT1p_nwp8OBQS9wt7fsNSGkOyg2SsjKvuM_lEwX-9KIi9bXnBIQ3ijk2iP2EpS7XdANd2v-0L6cMXi4hU-S2bxI/s884/Peque%C3%B1os.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="880" data-original-width="884" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaTvMF38-tnTv1vqhBlbRvAPkSXdBt8ySII2-CVBOBXl9tt6uEzGdoWaoZ8NMCHTvbEOYJQuDkd38Qg1Y86peW7ksNxRA_kgb2OldCOT1p_nwp8OBQS9wt7fsNSGkOyg2SsjKvuM_lEwX-9KIi9bXnBIQ3ijk2iP2EpS7XdANd2v-0L6cMXi4hU-S2bxI/s320/Peque%C3%B1os.png" width="320" /></a></i></div><i><br /> “Todas las mañanas, Don miraba el buzón, pero nunca había carta de ella.</i><p></p><p><i>No habrá tenido tiempo, se decía.” </i></p><p>Formaba parte de su rutina matinal: Despertador, café, buzón y paseo hasta la tienda.</p><p>Regentaba una pequeña librería, situada al lado de la universidad, que se sustentaba gracias a los estudiantes y a sus fieles parroquianos que lo visitaban, mínimo, una vez a la semana.</p><p>—¿Qué te pasa hoy, Don? —le preguntó Nicole, una profesora que se pasaba todas las mañanas antes de sus clases—. Te veo tristón.</p><p>Don mostró un gesto mohíno.</p><p>—Tranquila, Nicole —le contestó mientras abría una caja repleta de libros que acababa de venir con el reparto—, son cosas mías. </p><p>Nicole se acercó al mostrador y le miró. No destacaba por su belleza, pero había algo en ella que la hacía encantadora.</p><p>—¿Es por Daisy? —preguntó tocando su brazo —. ¿Sigues sin tener noticias? </p><p>Don no levantó la vista de la caja, pero tampoco se apartó. El peso de su mano era una sensación agradable. Sacudió la cabeza. </p><p>—Hoy es nuestro aniversario —musitó en voz baja, casi para sí mismo—. Pensaba que me escribiría —Alzó los ojos para encontrarse con la mirada azul y profunda de Nicole. Ella le sonrió con ternura y, durante unos segundos, la tienda le pareció un poco más luminosa.</p><p>—Quizá se haya retrasado el correo y te llegue mañana —le dijo con voz amable.</p><p>Don volvió a sacudir la cabeza, cogió su mano y se dejó envolver por su calidez, por su serenidad, por su pasión. Todo eso le dio el valor que necesitaba para enfrentarse a la realidad.</p><p>—No, Nicole. Ya ha pasado demasiado tiempo —dijo y empezó a acariciar el suave dorso de su mano—. Daisy se marchó porque necesitaba crecer —sonrió con tristeza—, y ha crecido tanto, que aquí nos hemos quedado todos pequeños para ella. </p><p>Nicole se dejó llevar por ese cosquilleo que nacía de la boca de su estómago cada vez que tenía a Don cerca y le acarició la mejilla. Llevaba tanto esperando esas palabras.</p><p>Cerraron los ojos, acercaron sus rostros y se fundieron en un beso que fue la bocanada de aire que ambos necesitaban.</p><p>En la otra punta del mundo, Daisy notó un hormigueo en el cuello. Se rascó distraída y pensó: «Tengo que escribir a Don».</p><hr /><p><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Avanzado </b></u></i><i> - Comienzos: Escribir un relato que comience por esta frase: </i><i>“Todas las mañanas, Don miraba el buzón, pero nunca había carta de ella. </i><i>No habrá tenido tiempo, se decía.” </i></p>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-969610585569301722023-10-03T01:48:00.007-07:002023-10-29T03:34:16.455-07:00 Escritura creativa avanzado UPZ - Insomnio<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyDaAgrHJJP9kFHF9y6xy1xpKKCTDY3RQkKrYDmzLf0loqNxe9xwOlO1Zcro4OVPBABaPvhPDnP358TTBqOT36NvVKLnzyAkt-lq87ER8RRh0UxjE9sEEnVO-WJVIOUFfgKiJvAJDxG0_-BojqAhEh4fwrBkkW1ZCfMlO7666BDnJ1w0UG4UQu1tpEFr0/s310/IMG20230928183218.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="232" data-original-width="310" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyDaAgrHJJP9kFHF9y6xy1xpKKCTDY3RQkKrYDmzLf0loqNxe9xwOlO1Zcro4OVPBABaPvhPDnP358TTBqOT36NvVKLnzyAkt-lq87ER8RRh0UxjE9sEEnVO-WJVIOUFfgKiJvAJDxG0_-BojqAhEh4fwrBkkW1ZCfMlO7666BDnJ1w0UG4UQu1tpEFr0/s1600/IMG20230928183218.jpg" width="310" /></a></div><br />Marga siempre tenía sueño: por la mañana al levantarse para trabajar, después de comer cuando ayudaba a Juanito con los deberes, a final de la tarde al ponerse con la cena. Vivía en un perpetuo bostezo. Todos los días, a todas horas. Siempre, salvo cuando se acostaba para dormir.<p></p><p>Se metía en la cama cansada, se arropaba, cerraba los ojos… pero no había manera.</p><p>—Prueba a contar ovejas —le había dicho Victoria, la mamá de Oscar, en la puerta del colegio—, eso siempre funciona.</p><p>—No le hagas caso —le había rebatido María, la mamá de Pablito—, tomate una infusión de hierbas relajantes después de cenar, ¡mano de santo!</p><p>—Nada de eso —había interrumpido Sofía, la mamá de Apolo, que era la más mística y moderna—, tienes que hacer unos ejercicios de respiración y meditación. Mañana te traigo un libro.</p><p>Así llegaba a las tres de la mañana sin pegar ojo. Con una pila de libros en la mesilla, la habitación llena de ovejas imaginarias y con unas ganas tremendas de ir al baño de tanta valeriana. «De mañana no pasa» se dijo «Tengo que ir al médico».</p><p><br /></p><p style="text-align: center;">🔆🔆🔆🔆🔆🔆</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p>Roberto Gutierrez era médico de cabecera en el consultorio del barrio. Tenía enfrente sentada a Margarita, paciente de toda la vida. Y lo que le decía no tenía sentido. </p><p>—¿Cómo no vas a dormir nada? —le preguntó con una sonrisa incrédula—, mujer, eso es imposible. </p><p>—Nada, Roberto, como lo oyes. No duermo absolutamente nada.</p><p>Se levantó para examinarla.</p><p>—¿Pero tú te encuentras bien?</p><p>—Sí, bueno. Algo cansada y con mucho sueño, pero bien.</p><p>Auscultó el pecho de Margarita varias veces sin escuchar nada. Levantó la campana del estetoscopio y le dio un par de golpecitos con el dedo haciendo que le atronaran los oídos. Sacó la linterna para examinar sus ojos.</p><p>—¿Y cuánto tiempo llevas así? —preguntó mientras le enfocaba las pupilas. Le pareció curioso que no reaccionaran a la luz.</p><p>Ella se encogió de hombros.</p><p>—Pues, no sé… desde que nació Juanito. </p><p>Sacudió la cabeza. Juanito iba a cumplir cinco años, él mismo había asistido el parto.</p><p>—A ver, Margarita, si llevaras sin dormir tantos años, estarías…</p><p>—¿A qué fin te voy a engañar, Juan? —le interrumpió molesta. </p><p>Juan suspiró y le colocó el tensiómetro en el brazo. Al ver el resultado torció el gesto y volvió a ponérselo. Lo mismo.</p><p>—¿Me sale muy alta la tensión? </p><p>—No te sale ni alta ni baja, Margarita —dijo con una extraña expresión — Simplemente no te sale.</p><p>Le cogió la muñeca para tomarle el pulso. Y confirmó lo que sospechaba.</p><p>—¿Cómo que no me sale? ¿Qué significa eso? —preguntó asustada. </p><p>La miró muy serio, todo aquello era absurdo, pero no cabía duda. Tenía enfrente sentada a Margarita, paciente de toda la vida. Y todas las pruebas indicaban que la paciente estaba muerta.</p><span></span><hr /><p><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Avanzado </b></u></i><i> - Story Cubes: Escribir un relato inspirado en dos de los tres dados de la tirada de Story Cubes.</i></p>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-37701238827179633882023-09-28T01:55:00.001-07:002023-10-29T03:32:41.393-07:00 Escritura creativa avanzado UPZ - El comienzo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN7KFVaGt6YVDHur7qplqK5THYaH1CCUsw3kcTlsHBYf33tB7ZZy5q3-HMdnjG6lyBHbJPJDj5WHzGyCrK7Ad9wY_XsFveZTBriiYlwkOFMo8UTdO1yTHJ6Li7Ykfg_JHlsBNtW8t_brIwOjVjst02a2BG9JFQP8DI_CZ77-r8s-bjqEo5HQcZCGaDWXc/s912/05.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="880" data-original-width="912" height="309" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN7KFVaGt6YVDHur7qplqK5THYaH1CCUsw3kcTlsHBYf33tB7ZZy5q3-HMdnjG6lyBHbJPJDj5WHzGyCrK7Ad9wY_XsFveZTBriiYlwkOFMo8UTdO1yTHJ6Li7Ykfg_JHlsBNtW8t_brIwOjVjst02a2BG9JFQP8DI_CZ77-r8s-bjqEo5HQcZCGaDWXc/s320/05.png" width="320" /></a></div><br /> —El hombre de la gabardina metió el sobre en el buzón —dice contemplando el suelo.<p></p><p>Golpeo la mesa con las palmas de las manos y suelto una risotada.</p><p>—El hombre de la gabardina —repito con sorna, suspiro y ocupo la silla vacía. Saco un cigarro y observo como el detenido acaricia sus muñecas esposadas. Le ofrezco el paquete de tabaco arrugado y sacude la cabeza, me encojo de hombros y enciendo el cigarrillo—, y ¿podrías describir a ese hombre? —pregunto tras la primera calada. Asiente.</p><p>—Era pequeño, escuchimizado, no le vi bien la cara, pero era muy blanco. Llevaba un sombrero como los de los mafiosos italianos gris claro y una gabardina también gris. Larga hasta los pies.</p><p>—¿Algo más? —pregunto exasperado mientras expulso el humo por la nariz. Se queda unos segundos pensando.</p><p>—Bueno… cojeaba al andar. —Alzo las cejas—. Sí —se apresura a continuar al ver que ha despertado mi interés—. De una forma muy rara.</p><p>No puede ser. Apago el cigarro, cojo mis papeles y me levanto.</p><p>—¿Puedo irme ya? —pregunta. Lo miro y sonrío.</p><p>—No sabes lo que había en ese sobre, ¿verdad? —le digo. Saco una foto de la carpeta y la arrojo sobre la mesa. El detenido abre mucho los ojos y palidece en una mueca de horror. —Exacto —le digo antes de atravesar la puerta—. Estamos hablando de asesinato.</p><p>Salgo con rapidez de la comisaría. Necesito que el aire frío me despeje.</p><p>Lo veo cada mañana en la cafetería, un tío canijo, enjuto y blancucho, sentado en la mesa del fondo, garabateando una libreta vieja. Invisible, de no ser por esa ridícula cojera que siempre acapara las miradas cuando se levanta a pagar la cuenta. Es él, estoy seguro. Y lleva semanas riéndose de mi.</p><p>—Inspector Miranda —escucho a mi espalda, me giro para descubrir a Ramírez. Está nervioso —, esta mañana alguien ha dejado un sobre en la oficina para usted. —Guarda silencio unos instantes antes de continuar—. Bueno… será mejor que vea usted mismo lo que hay dentro.</p><p>Lanzo una maldición y sigo a Ramírez a mi despacho. Esto solo acaba de empezar.</p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Avanzado </b></u></i><i> -Deberes de verano: Escribir un relato que empiece por "El hombre de la gabardina metió el sobre en el buzón" </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-69114206194323699042023-02-22T02:58:00.004-08:002023-08-08T07:26:42.016-07:00 Iniciación a la escritura creativa UPZ - La espera<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt1ZN4rrd8a0t03YDH0dfUM2AKw4a8wxaVbaI63SLuBLLjYjHM6oe-X8K3Cww3_QZvHZdB2SxzoS2nn4ZDGodWRM6ebIjlcB1YfUiiSkCpT6ehsPAZtRwMHhk8NPPieEdEtb0G-fuqaanZAIFlxDTnp8KaWorsRGP2Eep-RTL1un2q_IgCkWcGOBYm24g/s512/f39bae0f-bfbe-449f-83f6-dfc771f62d98.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt1ZN4rrd8a0t03YDH0dfUM2AKw4a8wxaVbaI63SLuBLLjYjHM6oe-X8K3Cww3_QZvHZdB2SxzoS2nn4ZDGodWRM6ebIjlcB1YfUiiSkCpT6ehsPAZtRwMHhk8NPPieEdEtb0G-fuqaanZAIFlxDTnp8KaWorsRGP2Eep-RTL1un2q_IgCkWcGOBYm24g/s16000/f39bae0f-bfbe-449f-83f6-dfc771f62d98.png" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Conducían un Ford Fiesta azul de los años 90 que tenía demasiados kilómetros. Peláez había estado todo el camino quejándose; primero del coche, después del mal tiempo y, tras repostar en la estación de servicio, del desorbitado precio de la gasolina. Ramírez asentía concentrado en la carretera mientras miraba de reojo el GPS. Con el tiempo, había aprendido que esa era la mejor forma de ignorarlo. Giró en la siguiente calle y vio el parque al fondo. Ese era su destino, pisó el freno y aparcó en un badén de carga y descarga. Total, nadie le iba a multar. Sonrió y apagó el motor. Peláez miró primero a su alrededor y después lo miró a él.<p></p><p>—¿Seguro que es aquí? —preguntó mientras se rascaba la calva. Ramírez se limitó a asentir con la cabeza.</p><p>Pelaez era una leyenda en la comisaría. En su juventud había tenido la suerte de ser la pieza clave para desmantelar una importante red de narcotráfico y esa misma suerte le había acompañado toda su carrera, había resuelto casi una decena de casos sonados y lo habían ascendido a inspector. Pero la edad no perdonaba. A pocos meses de su jubilación, estaba más pendiente del dolor de sus rodillas o del partido del domingo, que de hacer medianamente bien su trabajo. Y eso a Ramirez le sacaba de quicio.</p><p>La noche se planteaba larga. Llevaban tiempo detrás de un tarado que atracaba pequeños comercios vestido de oso de peluche. Cada asalto se volvía más violento. Habían recibido el aviso de que lo habían visto rondar por esa zona.</p><p>Ramirez sintonizó la emisora de la policía.</p><p>—Aquí patrulla 455, estamos estacionados, envío ubicación.</p><p>—Recibido. —Una voz distorsionada salió por el altavoz—. Manténgase a la espera e informen si ven algo.</p><p>—Recibido —repitió Ramirez y cortó la transmisión. </p><p>—¿Y qué tenemos que ver exactamente? —preguntó Pelaez. Ramirez lo miró con asombro. ¿Le estaba tomando el pelo?</p><p>—¿A un tío disfrazado? —respondió mientras se encogía de hombros—. Inspector, nos lo han explicado en comisaría. Lo han visto por esta zona.</p><p>—Si, si, claro… —dijo Pelaez algo ensimismado, mientras cogía un botellín de agua de la guantera. Lo abrió despacio y dio un largo trago. Después volvió a mirar a su compañero. —¿Disfrazado de qué?</p><p>Ramirez soltó un suspiro. Tenía que tener paciencia.</p><p>—De oso de peluche —respondió tras unos segundos.</p><p>Pelaez asintió y se terminó el agua. Acto seguido empezó a rebuscar por debajo del asiento.</p><p>—¿Qué hace, inspector? </p><p>—¿Dónde está la palanquita para mover el asiento? Me está matando la espalda. —Cuando Ramirez iba a ayudarle, el asiento dio un respingo que hizo que se agitara todo el coche. —¡Ah ya está!, mucho mejor así.</p><p>Ramirez cogió aire y se concentró en el exterior. Había que capturar al sospechoso antes de que hiciese daño a alguien.</p><p>—¿Qué tipo de oso? —preguntó Pelaez. Ramirez lo miró sin entender la pregunta—, quiero decir, no es lo mismo un oso panda que un oso polar…</p><p>—¿Qué más da? Es un tío disfrazado. No creo que…</p><p>—Carnavales —lo interrumpió.</p><p>—¿Carnavales? —repitió Ramirez.</p><p>—Eso que la gente se disfraza —contestó algo molesto por tener que explicar algo tan obvio. —¿Pero eso no es en febrero?</p><p>A Ramírez le costaba mantener la calma con las, cada vez más frecuentes, divagaciones de su compañero. Sabía que debía armarse de paciencia.</p><p>—¡Pardo, pardo! —le escuchó decir de repente—. ¡Un oso pardo!</p><p>Ramírez miró la calle y lo vio, un tío disfrazado de un enorme oso marrón. Salió del coche y corrió hacia él.</p><p>—¡Alto, policía! —gritó apuntándole con el arma.</p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> -Diálogos: Escribir un relato de unas 500 palabras donde haya diálogos y acotaciones </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-60084625560827882372023-02-10T02:46:00.011-08:002023-08-08T07:27:42.365-07:00 Iniciación a la escritura creativa UPZ - El observador<p>DESENLACE:</p><p>Y ocurrió una fría mañana de febrero. Ella se levantó decidida a hablarle. Incluso usó pintalabios y colorete. Mientras caminaba hacia la estación daba mil vueltas a la cabeza.</p><p>Entró en el bar con el corazón en un puño y al acercarse a la barra lo miró de reojo. Ahí estaba, tan corriente, tan fantástico…</p><p>El camarero le puso delante un café con leche. </p><p>—Hoy te invita el caballero de la barra —le dijo guiñándole un ojo. </p><p>Sorprendida, lo miró y él le sonrió. Ella le devolvió la sonrisa y se acercó a su lado para hablar con él.</p><div>RELATO: </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5ezAAwYI5m_98aSK8ogDnIjH9yDuPu0PvVAL2wpsjOsdpYirStdUr7XBTi574CKcTKS8ooDYsEmIVQYTbiQuEkYmDq2g5prflCX0jdefrPewfaNg5EePTOsY8JGvMbw8wTOFHenooTdIB1Qpcp2o2H1Xs3RE9LTH91ATECijW3paBjLu1nESuEyaSKAY/s512/d4c17c56-f129-4bd9-93e9-22241503629c.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5ezAAwYI5m_98aSK8ogDnIjH9yDuPu0PvVAL2wpsjOsdpYirStdUr7XBTi574CKcTKS8ooDYsEmIVQYTbiQuEkYmDq2g5prflCX0jdefrPewfaNg5EePTOsY8JGvMbw8wTOFHenooTdIB1Qpcp2o2H1Xs3RE9LTH91ATECijW3paBjLu1nESuEyaSKAY/s16000/d4c17c56-f129-4bd9-93e9-22241503629c.png" /></a></div><br /><br /></div><br />Me gusta observar a la gente y la estación es un buen lugar para eso. Cada día veo pasar a cientos de personas, unas vienen, otras se van… y unos pocos, simplemente, nos quedamos.<p></p><p>Yo trabajo aquí como guarda de seguridad en el metro. Es un trabajo perfecto para mi, controlo que todo vaya bien, que nadie se pase de la raya.</p><p>Ella no es la típica persona en la que te fijas la primera vez, a ella la reconoces con el paso del tiempo, cuando te va sonando su cara de verla tantas veces.</p><p>Coge todos los días el metro que pasa a las 9:00, siempre lleva una mochila negra y unas deportivas viejas, pero muy bien cuidadas. Lo que me dice que no necesita mas de lo que tiene. Va a trabajar. Lo dice su cara de sueño. Es algo que aprendes a ver con la experiencia. Pero hay algo mas en ella. Un gesto afligido, vacío. Como si ya no esperase nada mas de la vida.</p><p>La primera en hablarme fue ella.</p><p>—Buenos días —me dijo, aquel día mientras metía el abono por la máquina que yo revisaba. Su voz tintineó en mis oídos como el agua fresca de un riachuelo en verano. Esbozó una sonrisa tímida.</p><p>—Buenos días —contesté yo, levantando la visera de la gorra con la mano.</p><p>La observé desaparecer entre la gente que esperaba en el andén.</p><p>Desde entonces la espero, su aura triste ilumina mis mañanas.</p><p>Sé que se llama Rebeca, que vive a tres calles de la estación, en un viejo edificio que pide a gritos una puesta a punto. Estuvo casada con un imbécil que la dejó tirada y ahora pasa los días sola, leyendo en su balcón cuando hace bueno o junto a la ventana en invierno. </p><p>Sé que trabaja como limpiadora, a primera hora hace las oficinas de una sucursal bancaria que están en el centro de la ciudad y después le toca limpiar comunidades. Los viernes además limpia un bar, donde se suele quedar a comer.</p><p>Sé que le gusta el café con leche, corto de café y sin azúcar. Le gusta tanto, como a mi me gusta ella.</p><p>Sé todo esto, por mi afición por observar, de encontrar todas las respuestas, de llegar siempre hasta el final. A veces me duele que ella no se de cuenta.</p><p>—Buenos días —me dice siempre y su voz me sabe a gloria.</p><p>Ojalá pudiera hablar mas con ella. </p><p>Como cada mañana la observo entrar al bar desde el fondo de la barra, hoy viene maquillada, ¡está tan guapa con los labios pintados de rojo! Hay algo diferente en su mirada que me desconcierta, es como un atisbo de esperanza, de valentía. </p><p>Creo que hoy es el día. Hablo con el camarero para pagar su café con leche, observo paciente como lo prepara, no me importa, quiero que sea perfecto. </p><p>Me muero de ganas de ver que cara pondrá cuando vea que tiene un admirador secreto.</p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - Desenlace Almudena Grande: Escribir el desenlace del relato de Almudena Grande en 100 palabras y después crear un relato de 500 palabras desde el punto de vista de otro personaje del relato </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-26550966099167086742023-01-31T04:53:00.006-08:002023-08-08T07:28:24.733-07:00 Iniciación a la escritura creativa UPZ - Karma<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifOz3U3n9CbQAc6LXluIXGC6ns-KukiolLi1YpMXLybpdvCjT9b-ltXUs5XwV_HAIaWCjCAtksk_JNIzc4l9kUrTRwmfJNa5qk5KgHWySELUpObjSUCDNQ1ChqrP-O7N1itKEcf0Wwqd6jl0JUCt2W0nbIOV2w_BR3mEIa0qTCz9ggGEgZk2mO9zkanRA/s512/2580663f-5631-43bb-869e-6dc1228879cf_variated.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifOz3U3n9CbQAc6LXluIXGC6ns-KukiolLi1YpMXLybpdvCjT9b-ltXUs5XwV_HAIaWCjCAtksk_JNIzc4l9kUrTRwmfJNa5qk5KgHWySELUpObjSUCDNQ1ChqrP-O7N1itKEcf0Wwqd6jl0JUCt2W0nbIOV2w_BR3mEIa0qTCz9ggGEgZk2mO9zkanRA/s16000/2580663f-5631-43bb-869e-6dc1228879cf_variated.png" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><p><span style="font-size: 14.6667px;">Nerea estaba cabreada. ¿Cómo podían hacerle esto sus propios padres? Ella dedicaba el 100% de su vida al trabajo y, definitivamente, no tenía tiempo para esas tonterías. ¿Por qué tenía que ir ella misma a renovar su pasaporte? A sus 22 años era la orgullosa propietaria de “Bella Nerea” un canal de Youtube de tutoriales de maquillaje con 21.403 suscriptores. ¿No se daban cuenta de que, si no subía video esa tarde, iba a perder seguidores?</span></p></span><span id="docs-internal-guid-73218798-7fff-1ce3-6f6b-e5eb2ccae0bd"><div><span style="font-size: 14.6667px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Arial;">El autobús dio un frenazo y la señora que iba delante le dio un pisotón. Era una mujer grande de pelo rubio, con cara de pocos amigos.
<br /></span></span></div><div><span style="font-size: 14.6667px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Arial;">—Disculpe, señorita —le dijo, con un ligero acento alemán.
<br /></span></span></div><div><span style="font-size: 14.6667px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Arial;">Ahora sus carísimas botas recién estrenadas tenían una mancha horrorosa.
—¿Pero de qué vas? —le espetó, su voz era tan estridente que enseguida despertó las miradas de algunos curiosos— ¿Tú sabes lo que valen estas botas?
La mujer la miró a los ojos, pero no contestó.</span></span></div><div><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">
—Te ha pedido perdón —dijo alguien por detrás.
El autobús se llenó de susurros reprochando su comportamiento. Nerea dio un sonoro suspiro, se ajustó los auriculares y subió el volumen de la música. Si Shakira no le daba paciencia, nadie lo haría.
Cuando bajó en la parada había relatado su horrible experiencia por Twitter y en Instagram había 259 personas que se lamentaban por su pérdida. Sonrió, seguramente, la marca le regalaría otro par. Miró Google Maps, para llegar a la oficina. Había una cola enorme, así que encendió la cámara del móvil para enfocarse: esa mañana se había maquillado para que sus ojos verdes resaltaran con su pelo teñido de azul. ¡Estaba perfecta! Haría un directo mientras esperaba.
Agna se había levantado a las 6:35 de la mañana, como todos los lunes y jueves. Había preparado acelgas para la comida y le había dado un paseo a Friedrich, su hurón, al que había dejado durmiendo encima de su cojín favorito. Había hecho sus ejercicios, limpiado la casa y cogido el autobús camino al trabajo. Le esperaba un buen día, ni siquiera el desagradable incidente con la chica del pelo azul lo enturbiaría. Ocupó su puesto y tachó el último número del calendario. Ya estaba, era el día.
—¡Magda! —le dijo un compañero—, ¡que hoy te jubilas!</span></span></span></div><div><span style="font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">
Agna no se molestó en corregirle, simplemente asintió mostrando una sonrisa forzada mientras su ordenador se encendía.
Llevaba 40 años en ese puesto, prácticamente desde que había llegado de Berlín. Su expediente era intachable. Ni un error, ni un día de baja. Una empleada excelente… pero sus compañeros no se sabían su nombre.
Reconoció a la chica del autobús por su voz chillona. Se había saltado la mitad de la fila y la casualidad había hecho que acabara en su ventanilla.
Nerea Muñoz. Renovación del pasaporte. La documentación era correcta. La joven le mostró una bonita sonrisa y Agna se dio cuenta que no la había reconocido.
—¿Ya está todo? —preguntó impaciente.
Agna asintió y grapó la documentación con cuidado.
Tenía casi 65 años y se jubilaba. ¿Qué mejor forma de empezar una nueva vida? Si lo hacía queriendo no era un error. Sacó el sello rojo y lo plantó encima de la fotocopia del DNI: trámite denegado.</span></span></span></div></span>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - Creación personajes: Realizar la ficha de dos personajes y escribir un relato de unas 500 palabras en donde interactuen </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-24558548206417255932023-01-24T04:31:00.012-08:002023-02-22T02:00:12.277-08:00 Iniciación a la escritura creativa UPZ - El fin del mundo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNYLqffHUVwaYG3py7r-RLcL402_uRYqswg-vPJRqYqyn15WEnn6tZSzompgAb9dMgj-T30OWAdEwWHv3YEFCWK0mWBy5xzSXTuLI0BXAjnxSsSohS_yWhWhX8cNwdqSmnB1ZdTZaiEAdMjpmHOlyYfAnycYpcy_jIvQ_T1DkV9790GpEV16yro3dr/s600/aerial-view-of-shanghai-at-night-picture-id615881342.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNYLqffHUVwaYG3py7r-RLcL402_uRYqswg-vPJRqYqyn15WEnn6tZSzompgAb9dMgj-T30OWAdEwWHv3YEFCWK0mWBy5xzSXTuLI0BXAjnxSsSohS_yWhWhX8cNwdqSmnB1ZdTZaiEAdMjpmHOlyYfAnycYpcy_jIvQ_T1DkV9790GpEV16yro3dr/w640-h426/aerial-view-of-shanghai-at-night-picture-id615881342.jpg" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both;"><div class="separator" style="clear: both;">Últimamente he estado pensando mucho en el fin del mundo. Es una idea que siempre ha rondado mi cabeza, pero lo que ha sucedido hace que se me antoje inminente.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Apoyo la mano en la ventanilla para acariciar el cristal blindado. Me sorprende que sea tan rugoso y permito que las yemas de los dedos se enfríen hasta que empiezo a notar un suave cosquilleo. Sacudo el cuerpo por un escalofrío, el temporal está arreciando.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Todo había empezado hacía un par de semanas. Los pacientes del hospital donde trabajaba se habían recuperado milagrosamente. Todos ellos. Incluso el ala de paliativos se estaba vaciando en cuestión de días. Pero lo que para todos era maravilloso, para mí era un mal presagio.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Suspiro y observo la ciudad que estamos sobrevolando. Puedo ver los tejados de los edificios, pero, si agudizo la vista, se distinguen los coches como pequeñas hormiguitas ajetreadas. Desde las alturas todo parece normal y tranquilo y, aunque sé que no es así, me inspira parte de la serenidad que necesito. </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">La primera fue una joven que ingresó muy grave. Pasó toda la noche debatiéndose entre la vida y la muerte. Les dije a sus padres que no sobreviviría, tenía demasiados daños permanentes. Sin embargo, salió por su propio pie. Mientras todo el personal aplaudía su salida, algo en mi interior me gritaba horrorizado. Nunca podré quitarme de la cabeza la voz de la madre cuando me llamó a los pocos días de darle el alta para decirme que su hija se comportaba de forma extraña. Le pedí que la trajera a la consulta.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Una fuerte ráfaga de viento zarandea al helicóptero como si fuera de juguete. Me agarro con fuerza a los asideros, aunque eso no evita darme varios golpes. Mientras el estridente pitido de alarma avisa que el aparato esta fuera de control, yo sólo escucho los latidos descontrolados de mi corazón bombeando en mi cabeza.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">—¿Todo bien por ahí detrás? —preguntan desde la cabina al estabilizar el aparato.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Abro la boca para contestar, pero el sabor amargo de la bilis llena mi garganta. No estoy preparado para esto, nadie lo está. Es demasiado. Dolorido y asqueado cierro los ojos para controlar el vómito y asiento con la cabeza.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Me concentro en mi respiración y aspiro despacio por la nariz. El olor de la gasolina se mezcla con el de mi propio sudor creando un ambiente desagradable y rancio. Retengo el aliento y cuento hasta seis. </div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">Los gritos eran desgarradores. Los pacientes recuperados habían empezado a atacar a sus familiares que, a su vez, atacaban a cualquiera que se cruzara en su camino. El hospital era un auténtico caos cuando conseguimos ser evacuados.</div><div class="separator" style="clear: both;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both;">El helicóptero se agita de nuevo y cierro los puños. Nos llevan a un lugar seguro. Pero yo creo que no existe ese lugar en el fin del mundo.</div><div><br /></div></div>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - La ventana: Escribir un relato de unas 400 palabras en primera persona donde el protagonista mire desde una ventana. En el relato tienen que aparecer los cinco sentidos. </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-22602785895543555192023-01-22T02:14:00.003-08:002023-02-06T03:40:23.403-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - Las voces<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGP9VVkXbpuLl4OZUDMwNs-nKJrYOlVTsA8oHjpoSaflhWixf55bwQhD9dzr886rrdob9Y9yKBZmzaJbpueBUhKJjcxuRDxZ6dTiZeM660wQPyz-pex5Y5y9_PGQPwiQlDMgTaFXDtlyD8OpoOMMkMpZx3ly4EbG9B3ouask6Ag4mXE6xEo9JPK4OT/s3997/setyaki-irham-QGDsM8qwkEA-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3997" data-original-width="2783" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGP9VVkXbpuLl4OZUDMwNs-nKJrYOlVTsA8oHjpoSaflhWixf55bwQhD9dzr886rrdob9Y9yKBZmzaJbpueBUhKJjcxuRDxZ6dTiZeM660wQPyz-pex5Y5y9_PGQPwiQlDMgTaFXDtlyD8OpoOMMkMpZx3ly4EbG9B3ouask6Ag4mXE6xEo9JPK4OT/w446-h640/setyaki-irham-QGDsM8qwkEA-unsplash.jpg" width="446" /></a></div><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Todo el bar me da vueltas, el dolor de cabeza es insoportable. Me tambaleo como puedo hasta el baño y cierro la puerta con pestillo. Hace demasiado calor, estoy empapado en sudor. Tengo la boca pastosa. </span></span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Me pesan los brazos. Me pincha el estómago. No sé por qué he tenido que salir de casa.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">La oscuridad de la noche atrae a mi mente aborrecibles voces que me enloquecen. Tan negras, tan confusas, tan llenas de odio que no puedo contener las arcadas.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Estoy mareado, desorientado. Un escalofrío me recorre la espalda. Cierro los ojos con fuerza y aprieto los puños. Rezo en silencio para que las voces se callen.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Pero debería saberlo: no van a desaparecer solas. Están desesperadas y hambrientas. Cuando susurran son como un enjambre que arrasa mis entrañas. Cuando gritan, parecen cuchilladas. </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">No puedo aguantarlo. Tengo que espantarlas, alejarlas de mí. Necesito ser libre de nuevo. </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Y solo conozco una forma.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Abro los ojos. Ahora todo ha cambiado. Me miro en el espejo y ya no reconozco mis rasgos. Soy un desconocido. Un extraño. Y soy capaz de todo. </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Salgo del baño y te veo. Sé que eres tú porque parece que llevo una vida esperandote. No nos conocemos, nunca lo haremos. El despiadado espectro del destino te ha elegido y te ha puesto en mi camino.</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Me escondo en la penumbra, aguardo el momento. No tengo prisa, las voces me han enseñado a ser paciente. Te observo. Te diviertes, pareces feliz. Me pregunto si habrá alguien que te eche de menos. </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Sales por la puerta del bar. Salgo detrás de ti.</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: 14.6667px;">Las voces cantan ahora que saben que van a ser saciadas. Sonrió y bailo con ellas. ¡Son tan hermosas! Me río, canturreo, me uno a ellas. Tú te das cuenta. Pero ya es demasiado tarde.</span>
</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">Nosotras vemos el desconcierto pintado en tus ojos, olemos el miedo que desprenden tus poros, escuchamos tus desesperados sollozos, acariciamos la fría hoja de metal y saboreamos el momento.</span></p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - EMOCIONES: Escribir un relato de unas 400 palabras donde se muestre una emoción. Yo he elegido miedo/desesperación </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-75151695113436686302023-01-15T02:07:00.003-08:002023-02-06T03:40:29.724-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - Doña Marina<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM_UUi9e3xTb6pzkB3adkn5FY87MFSWtHLfSAxguk1trHCrRtXjbZv_z2qHkHpIgLe-qy0zfE-81Tc3AMIdf3Y2RA2MGN9PGygSB7C0C2kq7cG8HfDW7QthxwHvIXLK8mcEWOaxQ9C5y6bVVIRmJsb6WK-gzCLoXFnfmTcEob5hJzwJQa_1MkIy4bA/s960/coffee-grinder-1796286_960_720.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM_UUi9e3xTb6pzkB3adkn5FY87MFSWtHLfSAxguk1trHCrRtXjbZv_z2qHkHpIgLe-qy0zfE-81Tc3AMIdf3Y2RA2MGN9PGygSB7C0C2kq7cG8HfDW7QthxwHvIXLK8mcEWOaxQ9C5y6bVVIRmJsb6WK-gzCLoXFnfmTcEob5hJzwJQa_1MkIy4bA/w640-h426/coffee-grinder-1796286_960_720.jpg" width="640" /></a></div><p></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Estuve casi una década olvidada en el pajar, rota y oxidada, hasta que doña Marina me encontró. Me recogió, me quitó la tierra con la manga de su chaqueta y entramos en la casa.</span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Cambió el tornillo de mi mango, me desmontó para lubricar mis engranajes, me limpió, me lijó y me pintó de rojo, su color favorito. No me lo podía creer, ¡estaba como nueva!</span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Me colocó en un lugar especial en el trinchante de la cocina y, todas las mañanas, me llenaba de granos de café que tostaba en la chimenea la noche anterior y giraba la manivela que, ahora, iba como la seda. Enseguida toda la casa se llenaba de ese delicioso aroma que imbuía de energía a sus habitantes. </span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Luego abría mi pequeño cajón para verter con cuidado el oscuro polvo y preparar una cafetera que disfrutaba con su marido.</span></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Después, cuando él se iba a trabajar, ella me limpiaba con mimo para que estuviera perfecta para el día siguiente.</span></p><p><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Han pasado unas cuantas </span><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">décadas</span><span style="font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> desde entonces, hoy el </span><span style="font-size: 14.6667px; white-space: pre-wrap;">café</span><span style="font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"> viene en sobres y doña Marina murió hace tiempo. Pero su hija, Claudia, me sigue limpiando y mimando. Ahora, sobre la chimenea, soy un excelente objeto vintage de colección.</span></span></p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - DESCRIPCION OBJETO: Escribir un relato de unas 200 palabras en primera persona, que se describa un objeto desde su propio punto de vista. El objeto que me ha tocado es un molinillo de café antiguo </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-26906928510422897692023-01-08T02:05:00.001-08:002023-02-06T03:40:41.250-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - La extraña<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRyFMgUznEoYpNuN--cwoRP6UOWoyZz5jH5hAt1V-JGz3OkYQR2yGalxfC_5y5VYdZgmZlG9zxMlriTEJds1rGbGU52WD6Qh827lRf7_UkGvj6G3MjGMDPwm1EWrnAPlk-HQqOYy5Q4SQfXixYgv4b-qqanwjt2jRyOUjSWlRjHm_ZTGQsO32a9qua/s960/older-notebooks-1378007_960_720.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRyFMgUznEoYpNuN--cwoRP6UOWoyZz5jH5hAt1V-JGz3OkYQR2yGalxfC_5y5VYdZgmZlG9zxMlriTEJds1rGbGU52WD6Qh827lRf7_UkGvj6G3MjGMDPwm1EWrnAPlk-HQqOYy5Q4SQfXixYgv4b-qqanwjt2jRyOUjSWlRjHm_ZTGQsO32a9qua/w640-h480/older-notebooks-1378007_960_720.jpg" width="640" /></a></div><br /><p>Mi mujer me miraba desconcertada. Encogí los hombros y recuperé la compostura.</p><p>—No te preocupes, Jacqueline, hay una loca en la calle montando jaleo —le dije con calma—, voy a bajar al bar, ¿quieres que te suba algo de comer?</p><p>Negó con la cabeza mientras se tapaba con la manta. La arropé y le di un beso en la frente.</p><p>Abrí la puerta sin hacer ruido y salí al pasillo temiéndome lo peor. Pero ahí no había nadie. Aguardé unos minutos. Nada, solo el murmullo de los huéspedes de las otras habitaciones.</p><p>Aliviado, solté una risilla. </p><p>—¿Cómo puedes ser tan imbécil, Mateo? —me dije sacudiendo la cabeza. </p><p>Esa mujer no se dirigía a mí, seguro que había otro hombre en un balcón cercano.</p><p>Bajé en el ascensor y al llegar a la planta baja, el olor a comida hizo que me rugieran las tripas. Encargaría la cena y, mientras la preparaban, picaría algo sentado en la barra.</p><p>Pero todos mis planes se desbarataron en cuanto llegué a la puerta del bar: Ahí sola, sentada en una mesa, estaba esa mujer con una gran taza de café entre las manos. En cuanto me vio, sonrió.</p><p>Me giré por inercia en busca del hombre que, por casualidad, tenía que haber llegado a la vez que yo. Pero estaba yo solo en la puerta. </p><p>Al verme tan perplejo, amplió su sonrisa y me hizo un gesto con la mano para que ocupara una silla vacía. Vacilé.</p><p>—Venga, Mateo, siéntate conmigo —dijo impaciente.</p><p>Obedecí, no me quedaba otra. Estaba claro que nos conocíamos, pero ¿de qué?</p><p>La mujer bebió un largo trago de café mientras me observaba con satisfacción. Parecía haberse olvidado del mal humor.</p><p>—Madre mía, ¡qué joven estás! —dijo tras limpiarse los labios. Se agachó para sacar de su bolso un cuaderno muy desgastado y lo plantó delante de mí.</p><p>Lo abrí por una parte al azar y enseguida reconocí mi propia letra. Lo agarré para verlo más de cerca. Había apuntes míos por todos lados, solo que yo no recordaba haberlos escrito.</p><p>—¿Qué es esto? —pregunté sin poder apartar la vista de las hojas.</p><p>Ella me miró con complicidad.</p><p>—Es nuestra promesa.</p><p>Levanté la vista para mirarle a los ojos.</p><p>—¿Nuestra promesa? —No entendía nada.</p><p>Ella me agarró la mano. </p><p>—Tú aún no me conoces, pero dentro de unos años nos prometeremos que si alguna vez conseguimos controlar el tiempo, viajaremos al pasado para corregir nuestros errores. Yo el tuyo y tú el mío. —Su gesto se volvió taciturno— Tu nunca llegarás a corregir mi error. Pero yo estoy aquí para corregir el tuyo. —Apretó mi mano—. Sé que va a sonar extraño, pero hazme caso: deja a Jacqueline. Esa mujer te destrozará la vida.</p><p>¿Viajes en el tiempo? ¿Dejar a Jacqueline? Todo sonaba tan disparatado que debería haberme largado de ahí en ese mismo momento. Pero lo que hice fue pedir un café y volver a ojear el cuaderno. Tenía demasiada curiosidad. La miré y levanté una ceja.</p><p>—De acuerdo, cuéntame más. </p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - DESENLACE: Escribir un relato de unas 400 palabras que constituya un desenlace al relato de Javier Marías </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-58255488686849312912022-12-20T02:08:00.002-08:002023-02-06T03:40:49.380-08:00 Iniciación a la escritura creativa UPZ - Morir a lo fácil <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTi1OEgFxOov_X7NlgD9JN4Rrd8QVGJmjIJDlY1Od8-vStPepy3rStp9WJ7bPAvLqj2FNIn-CG3rJi3BXN_6SUNcaoztk_WeZB4km9w7gbuVYp-a3jnCcYD19DiXnhazPxSu02OYGfpfufsyTneqebo7SgDlB_uuz4XCmZKkCIIO-xxTe5jHQ6sfzc/s1199/8d0e7e72-e5cf-49df-8c73-a4c1ba866162_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1199" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTi1OEgFxOov_X7NlgD9JN4Rrd8QVGJmjIJDlY1Od8-vStPepy3rStp9WJ7bPAvLqj2FNIn-CG3rJi3BXN_6SUNcaoztk_WeZB4km9w7gbuVYp-a3jnCcYD19DiXnhazPxSu02OYGfpfufsyTneqebo7SgDlB_uuz4XCmZKkCIIO-xxTe5jHQ6sfzc/w640-h360/8d0e7e72-e5cf-49df-8c73-a4c1ba866162_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg" width="640" /></a></div><p>Lidia salió de la tienda con el tamborilero retumbando en su cabeza y las manos vacías. Le había tocado regalar a Marta para el amigo invisible de la oficina y no sabía que comprarle.</p><p>Se subió la cremallera del abrigo y se acomodó la bufanda, Zaragoza era muy fría en diciembre. Apenas eran las seis de la tarde y ya, prácticamente de noche, las luces navideñas iluminaban toda la calle Alfonso creando un ambiente mágico. Al igual que ella, muchas personas habían aprovechado esa tarde para hacer las compras navideñas, había gente por todos lados. </p><p>Esquivó a unos niños que pasaron corriendo antes de entrar a probar suerte en un par de tiendas más. Nada. Ni rastro de ese regalo tan original que iba a ser la envidia de sus compañeros. </p><p>Suspiró con resignación, tendría que morir a lo fácil, el bote de perfume que le había regalado la tía Emma para su cumpleaños sería perfecto. Total nadie iba a saber que había sido ella. Levantó la cabeza para emprender el camino de vuelta a casa y entonces lo vio al otro lado de la calle, detrás un montón de gente. </p><p>Le dio un vuelco el corazón, ¿Era él?, ¿de verdad era él? Parpadeó incrédula y afinó la vista. No había dudas, era él. Incluso llevaba la sudadera morada que se había puesto para su última cita.</p><p>Mario era un antiguo novio con el que las cosas no habían terminado demasiado bien. La verdad es que no tenía suerte en el amor. Como siempre, no había sabido comportarse como debía y sentía que le debía una explicación. ¿No era perfecto que el destino lo hubiera puesto de nuevo en su camino para poder disculparse? </p><p>Fue a levantar la mano para llamar su atención, pero una señora cargada de bolsas le dio un fuerte empujón y le hizo perder el equilibrio.</p><p>—¡Señora, tenga cuidado! —le espetó mientras se recomponía. La mujer la ignoró.</p><p>Lidia buscó en la multitud y enseguida encontró la sudadera morada. No se lo pensó dos veces y emprendió el camino, al principio poco a poco y pidiendo disculpas, pero al ver que cada vez había más distancia entre ambos, empezó a dar pequeños empujones para terminar metiendo el codo sin ningún cuidado.</p><p>—¡Mario! —gritó, estaba tan cerca que solo tenía que alargar su mano para tocarlo. Entonces se acordó. Se paró en seco y sonrió.</p><p>No podía ser Mario, pues estaba, con sus otros ex novios, enterrado en el jardín de su casa.</p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - LA ESCENA: Escribir un relato de unas 400 palabras basado en la escena: "Una calle abarrotada de gente" </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-64963777468569533972022-11-21T02:16:00.002-08:002023-02-06T03:40:55.747-08:00 Iniciación a la escritura creativa UPZ - Dos vueltas de llave.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSWruQdD997ekV9mVKgCFKz6ANJFoufL7FWIGHfZ1qFtPfwaeFebkjSRthpCe_ChlK1dtOn_cavj9-eIT9y3mQdiAn2LTgyJSXS1i5Tq7bKEH5Ut6LnZvLkLsBZor4vQiBnQxom_Z-596UH9uwWyktgJcKVQa73zeDS3ZF5Ilgctca0NsgkH5MUnOO/s6000/pexels-george-becker-792032.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="6000" data-original-width="4000" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSWruQdD997ekV9mVKgCFKz6ANJFoufL7FWIGHfZ1qFtPfwaeFebkjSRthpCe_ChlK1dtOn_cavj9-eIT9y3mQdiAn2LTgyJSXS1i5Tq7bKEH5Ut6LnZvLkLsBZor4vQiBnQxom_Z-596UH9uwWyktgJcKVQa73zeDS3ZF5Ilgctca0NsgkH5MUnOO/w426-h640/pexels-george-becker-792032.jpg" width="426" /></a></div><br /><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Paseaba por un campo verde salpicado de amapolas. La hierba fresca acariciaba sus pies descalzos y los rayos del sol besaban sus mejillas. Aspiró y el aire dulce llenó sus pulmones. De pronto el cielo se cubrió de nubes y un sonido estridente lo envolvió todo. El mundo empezó a desaparecer para dar paso a otro más oscuro y sombrío. </span></p><span id="docs-internal-guid-bd73b67e-7fff-1bda-9a28-633867d01490"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Soltó un gruñido, dio un manotazo a la mesilla y volcó la lámpara. Abrió los ojos y se frotó la mano dolorida.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Se incorporó de mala gana para sentarse en la cama. Cogió el despertador, eran las seis y cinco, lo apagó y con un sonoro bostezo lo dejó en su sitio. Intentó saborear la plácida sensación de su sueño antes de que se desvaneciera.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Un roce en sus pantorrillas le hizo mirar abajo. Charlie, su gato gris, venía a saludarle. Sonrió y le rascó la cabeza </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">—Que bien vives. ¿No irías hoy a trabajar por mi?</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El gato maulló.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Se levantó y fue al baño. Se metió en la ducha y esperó a que el agua se calentara, leyó la etiqueta del nuevo gel mientras se enjabonaba. Prometía una refrescante experiencia con aroma tropical a coco. Inspiró, no tenía claro a qué olía, pero definitivamente no era coco. Se dispuso a aclararse cuando el agua empezó a enfriarse hasta salir helada.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Se envolvió en la toalla tiritando y fue a la cocina. Tropezó con Charlie. El reloj del horno marcaba las seis y diecisiete. Pulsó el botón de la cafetera y colocó su taza favorita. Necesitaba cafeína.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Salió hacia su dormitorio, mientras el olor del café molido impregnaba todo el piso. Volvió a tropezar con Charlie. Casi había terminado de vestirse cuando la cafetera pitó y corrió a la cocina poniéndose el zapato derecho. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Charlie le miraba sentado al lado de su comedero que, aunque estaba lleno, no cumplía sus expectativas felinas. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">—Ni de coña, hasta mediodía no hay más comida.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cogió la taza, vertió un poco de leche del brick de la nevera y se la bebió de un trago, la dejó en el fregadero.</span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Sacó el móvil, la aplicación de “El Tiempo” decía que iba a hacer calor, pero cogió el abrigo del perchero por si acaso. En la aplicación de “BusZgz” marcaba que el suyo llegaría a la parada en seis minutos. </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Guardó el móvil y comprobó que llevaba la cartera. Abrió la puerta, localizó a Charlie con la vista y la cerró con dos vueltas de llave.</span></p><div><span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div></span>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - MOSTRAR: Escribir un relato de unas 350 palabras donde alguien describa todas las acciones desde que se levanta hasta que sale por la puerta </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-59820254172425448112022-11-10T01:55:00.002-08:002023-02-06T03:41:06.760-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - El botón de la "B".<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdkDm9MpaXSRzLe9cO2wYvbmcya-c3hVJyhNQuWzUZT2222ggmn1RA1ju43-MXHCujXDMqvWFdH0xB0e7dooKjgFsNVjFHrlJ5bgzHF05a4vSDJmDIYguXuBP5wmELimJ2KPKU8fon4oXl-Ki2JxHNFFR6cv8y4wxkyhnazSA9mAXBEwTyJwEZImNr/s960/elevator-358249_960_720.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="636" data-original-width="960" height="424" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdkDm9MpaXSRzLe9cO2wYvbmcya-c3hVJyhNQuWzUZT2222ggmn1RA1ju43-MXHCujXDMqvWFdH0xB0e7dooKjgFsNVjFHrlJ5bgzHF05a4vSDJmDIYguXuBP5wmELimJ2KPKU8fon4oXl-Ki2JxHNFFR6cv8y4wxkyhnazSA9mAXBEwTyJwEZImNr/w640-h424/elevator-358249_960_720.jpg" width="640" /></a></div><div><br /></div><div><div>Alex no había dormido bien, había pasado la noche dando vueltas en la cama entre extraños sueños que no conseguía recordar. Tenía una reunión importante en el trabajo y eso le inquietaba. Aún no había amanecido cuando salió de su piso, la bombilla del patio llevaba más de una semana fundida, por lo que se dirigió a oscuras hacia el ascensor. Pulsó el botón de llamada y escuchó como la máquina se ponía en marcha lentamente entre quejidos como si fuera un viejo gruñón.</div><div><br /></div><div>—Yo tampoco tengo ganas de ir a trabajar hoy —dijo en voz alta.</div><div><br /></div><div>El ascensor soltó otro chasquido a modo de respuesta y se paró en su planta. Tardó unos segundos en abrir sus puertas, iluminando el pasillo. Alex bostezó y entró sin ganas mientras se miraba en el espejo. Se intentó arreglar el flequillo con los dedos y se giró para pulsar el botón de la B en el que alguien había dibujado un pequeño demonio. El aparato volvió a gruñir y empezó a cerrar sus puertas con parsimonia.</div><div><br /></div><div>—Venga —se quejó—, no tenemos toda la mañana.</div><div><br /></div><div>Como si quisiera mostrar su rebeldía, el ascensor vaciló unos segundos antes de cerrar del todo y, justo en el momento que iba a empezar a bajar, se detuvo de forma brusca y se apagó dejando a Alex en completa oscuridad.</div><div><br /></div><div>—No me jodas —dijo—. Hoy no.</div><div><br /></div><div>Acercó la mano a los botones y pulsó el único que tenía una bombillita roja encendida. Sonó una alarma estridente que le hizo taparse los oídos. En cuanto paró el sonido se encendió la luz de emergencia y el corazón le dio un vuelco.</div><div><br /></div><div>Debía ser por la luz verde que iluminaba la cabina de una forma extraña, pero la puerta del ascensor no se parecía para nada a lo que era hacía un instante. A primera vista era mucho más pequeña, de hecho, toda la estancia lo era. Se veía vieja y oxidada, de un tono más oscuro. La tocó y notó que era rugosa y emanaba calor. El ambiente también era distinto, húmedo y denso. Aunque lo más desconcertante era el silencio.</div><div><br /></div><div>Volvió a pulsar los botones sin ninguna respuesta, golpeó la puerta con los puños y gritó hasta que le empezó a doler la garganta. Nada. Se apoyó en la pared que ahora era de madera y no tenía ningún espejo y se cubrió la cara con las manos. Eso no estaba pasando.</div><div><br /></div><div>De pronto escuchó un crujido y al mirar vio que la puerta estaba entreabierta, se acercó y una oleada de calor abrasador le echó para atrás. Se asomó como pudo, pero fuera solo había una absoluta y aterradora oscuridad.</div><div><br /></div><div>Era una persona adulta, tenía que haber una explicación lógica. Una explicación que nunca encontraría si se quedaba ahí. Cogió aire y se preparó para abrir la puerta y enfrentarse a lo que fuera que se tuviera que enfrentar. </div><div><br /></div><div>Entonces la puerta se cerró, la luz cambió a su tono habitual y el ascensor se puso en marcha, como si no hubiera pasado nada y empezó a descender. Todo era normal, todo era como siempre. Pero Alex ahora era un poco más fuerte.</div></div><div><br /></div><hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - LA PUERTA: Escribir un relato de unas 350 palabras, donde se describa una puerta</i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-7900607922583421392022-10-20T01:39:00.002-07:002023-02-06T03:41:16.127-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - La forana.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB9-bebmRI-MJbSoWj7F9pv2XSJmAfUgD0WBiNIQ1fD9rY3x5nBxtVbUwKOOKcAK8oanTxnbq92DZgszvHP31HiudXjEyIMAoq6G92JsRp-l6PyjgSkta4KSSoxU0skQKVbQX3qSqniwOGmrMe57iTRZwC5juYVKA22CPRWANlnRTHtTp9bTPmGVVE/s1380/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="958" data-original-width="1380" height="444" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB9-bebmRI-MJbSoWj7F9pv2XSJmAfUgD0WBiNIQ1fD9rY3x5nBxtVbUwKOOKcAK8oanTxnbq92DZgszvHP31HiudXjEyIMAoq6G92JsRp-l6PyjgSkta4KSSoxU0skQKVbQX3qSqniwOGmrMe57iTRZwC5juYVKA22CPRWANlnRTHtTp9bTPmGVVE/w640-h444/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="640" /></a></div> <p></p><p>Yo volvía del <i>mercao</i> la mañana que vino al pueblo. Eran primeros de septiembre, <i>macuerdo </i>porque era justo antes de que empezaran los críos la escuela. </p><p>Bajó del coche de línea, <i>toa emperifollá</i>. Con esos aires de <i>ziudá </i>y esas trazas de marquesa gabacha. Como pa echarnos en cara a las del lugar que era más que nosotras. ¡Qué pocos modos! ¡Cómo <i>cantoniaba </i>esas garrillas la <i>fozina </i>del demonio <i>pa </i>que la vieran los mozos!</p><p>La Pascuala, que con eso de que es la mujer del alcalde lo <i>chafardea </i>todo, nos contó que la forana iba a ser la nueva maestra… ¡Jesús, María y José! Me tuve que santiguar tres veces. ¿Esa pécora iba a enseñar a los rapaces? ¡Vaya <i>catatombe</i>!</p><p>Y pasó lo que tenía que pasar: Enseguida les llenó la cabeza de <i>fantesías </i>y <i>burrufallas </i>en vez de enseñarles lo que Dios mandaba. ¡Qué <i>bergüeña</i>!</p><p>¡Cómo la miraban los <i>zagalicos </i>cuando paseaba por la plaza! Como a la virgen el día de la fiesta mayor. Los tenía como hechizaos. ¡Y cómo miraba ella a los farderos de buen ver! ¡Qué descarada! <i>Asin </i>no era como tenía que portarse una mujer decente.</p><p>Empezó a ir a coser a dónde la Adoración que, con el escamocho de juntarse pa aprender, vete tú a saber lo que <i>alparciaban </i>ahí. <i>Toas </i>esas eran brujas, no había una <i>güena</i>.</p><p>De ahí salió con la titada de lo del padre de la Adoración. ¿Pues no se emperró que había que sacarlo de la fosa común <i>pa </i>darle un sepulcro digno? ¡Por Cristo nuestro Señor! Ya lo que nos faltaba.</p><p>Menos mal que el párroco, que es hombre agudo y bueno, se metió por medio y consiguió que la echaran del pueblo.</p><p>Qué <i>remansico </i>de paz se quedó con la nueva maestra, ¡qué <i>escanso</i>, Jesusico mío, <i>pa </i>tos los de aquí y <i>pa </i>los zagales! </p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - ADELA: Escribir un relato de unas 350 palabras, en primera persona, basado en el relato "La isla" donde se cuente la historia desde el punto de vista de otro personaje de la historia</i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-89160991044124710792022-10-13T00:13:00.002-07:002023-02-06T03:41:22.561-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - El poema.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJJnITpG14NK9msSJbjW9POBBqHJr5velKts3kv9YQfRrNtEVJhSQl3K6Tu3aCzKNYRe9vQ8jomN9d3c8GoCL4TEAaP11sWuSaJriiP81zxS_DF-Gdsk3xt-sy81uJCJs4-QB_BV-orsow1ilR1bwpuHCmG8wnztLHK2YvDprjG_swcWC8ROZqGbu9/s1380/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="920" data-original-width="1380" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJJnITpG14NK9msSJbjW9POBBqHJr5velKts3kv9YQfRrNtEVJhSQl3K6Tu3aCzKNYRe9vQ8jomN9d3c8GoCL4TEAaP11sWuSaJriiP81zxS_DF-Gdsk3xt-sy81uJCJs4-QB_BV-orsow1ilR1bwpuHCmG8wnztLHK2YvDprjG_swcWC8ROZqGbu9/w640-h426/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="640" /></a></div><p>El <i>claqueteo</i> de la máquina de escribir llenaba de sonido el comedor. No era algo extraño, ya que mamá solía traer trabajo a casa, aunque esa tarde parecía más concentrada de lo habitual. </p><p>La observé mientras me terminaba el bocadillo de Nocilla sentada en el sofá, ella alzó la vista y me miró por encima de las gafas para dedicarme una sonrisa melancólica. Me levanté y me acerqué.</p><p>—¿Qué haces, mamá? —le pregunté. Ella separó la silla que había a su lado y me hizo un gesto para que me sentara. Sacó la hoja de la máquina de escribir y la observó por encima unos segundos.</p><p>—Estoy escribiendo —respondió sin mirarme.</p><p>—¿Y qué escribes? —pregunté.</p><p>Ella volvió a sonreír y me acarició el pelo.</p><p>—Estoy escribiendo un poema para la tía Luchi —contestó. </p><p>Me dio un vuelco al estómago. La tía Luchi era la pequeña de las tres hijas que habían tenido los abuelos. Una tarde de otoño, cuando volvía a casa de hacer la compra, un defecto cardíaco que nunca le detectaron la fulminó mientras subía las escaleras. Tenía veinticuatro años. </p><p>Asentí con la cabeza. Mamá solía escribir poemas, nunca me los dejaba leer, me decía que ya lo haría cuando fuera mayor. Yo también había empezado a escribirlos y, aunque no tenía claro si lo hacía del todo bien, a ella siempre le gustaban. </p><p>—¿Por qué? —le pregunté. Se encogió de hombros y con los ojos llorosos volvió a meter la hoja en el rodillo. —No sé, supongo que tenía cosas que decirle.</p><p>La tristeza me envolvió, me apenaba que la tía Luchi no pudiera leer ese poema y que mi madre tuviera que escribirlo por haberse guardado las palabras. Ahora era tarde para ambas. Me levanté, fui a por mi cuaderno y volví a sentarme a su lado. Lo abrí por una hoja en blanco. Ella que no había dejado de observarme me preguntó:</p><p>—¿Qué haces, cariño? </p><p>—Estoy escribiendo —respondí mientras trazaba cuidadosamente las letras con el bolígrafo de tinta deleble.</p><p>—¿Y qué escribes? —preguntó de nuevo.</p><p>Dejé el boli en la mesa y la miré a los ojos.</p><p>—Estoy escribiendo un poema para ti. </p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - RECUERDO LITERARIO: Escribir un relato de unas 350 palabras donde evoques tu primer recuerdo relaccionado con la literatura </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-49315931916969956322022-09-27T00:02:00.002-07:002023-02-06T03:41:31.242-08:00Iniciación a la escritura creativa UPZ - El hechizo.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMwLUwfeHbh21r6I_aIVYv0-T5VtAgdcPrV-0bzXb4FgaColbibjjQ_ZqqEhwXFeiIcNaH8eQGrN79NgNRlRrm3A_wkntDuqYlA4psunh4XMR2q7dwdrecVH_8QUZDVkhOLqCvoPTY5U8/s1600/1666940511084062-0.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">
<img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMwLUwfeHbh21r6I_aIVYv0-T5VtAgdcPrV-0bzXb4FgaColbibjjQ_ZqqEhwXFeiIcNaH8eQGrN79NgNRlRrm3A_wkntDuqYlA4psunh4XMR2q7dwdrecVH_8QUZDVkhOLqCvoPTY5U8/w240-h320/1666940511084062-0.png" width="240" />
</a>
</div><br /><p></p><p>Bea cerró el armario de un portazo y se encaró a su hermana gemela que estaba tirada en la cama, distraída con el móvil.</p><p>—¡Asun! ¿Dónde está mi camiseta rosa? —le gritó— ¿ya la has cogido otra vez?</p><p>Su hermana la ignoró. Se acercó y refunfuñó cuando vio que llevaba puestos los auriculares. Le dio un manotazo y uno salió volando haciendo que el distorsionado sonido de la música envolviera la habitación. </p><p>La chica se incorporó.</p><p>—Pero, ¿qué te pasa? —preguntó frotándose la mejilla.</p><p>—Dame mi camiseta rosa —respondió Bea.</p><p>Asun se encogió de hombros.</p><p>—¿La rosa? Yo no la he tocado.</p><p>Bea se cruzó de brazos y bufó.</p><p>—Pues si no has sido tú, ya me dirás dónde está.</p><p>Asun sonrió y se sentó para mirarle a los ojos. </p><p>—La habrá escondido el espíritu. </p><p>Bea cambió por completo el gesto.</p><p>—¿El… espíritu…? —titubeó— ¿tú crees que…? —. No se atrevió a terminar la pregunta. </p><p>Asun asintió complacida. Aunque eran gemelas idénticas, no podían ser más diferentes. Bea era ingenua e inmadura y sacaba buenas notas en el instituto. Asun era rebelde, hacía pellas y solía meterse en líos.</p><p>—No quería asustarte —dijo—, pero llevo unas noches sintiendo su presencia.</p><p>Bea no podía creer que sucediera de nuevo. </p><p>—¿Pero es… él?</p><p>Asun fingió resignación y volvió a asentir. Saltó de la cama y abrió la cómoda para sacar el viejo libro de hechizos que habían encontrado en el desván. No creía en esas cosas, pero le encantaba aterrorizar a su hermana y lo del “supuesto espíritu” le estaba dando mucho juego. </p><p>Lo abrió y empezó a recitar con voz grave uno de los párrafos escritos en un extraño idioma. De repente la habitación tembló y el cielo se oscureció por unos instantes. Un escalofrío le recorrió la espalda.</p><p>—Ya no nos molestará más —dijo cerrando el libro con una sonrisa que tuvo que forzar.</p><p>Bea suspiró aliviada. Sin embargo, Asun se quedó con mal cuerpo.</p><p>Con el tiempo descubriría que su broma había despertado a un ser sombrío y primigenio con el que tendría que lidiar el resto de su vida.</p>
<hr /><i><u><b>Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación </b></u></i><i> - EL BINOMIO FANTÁSTICO: Escribir un relato de unas 350 palabras donde aparezcan las palabras CIELO/TIEMPO </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-14754257235256920792022-03-15T03:18:00.008-07:002023-02-06T03:41:51.108-08:00Taller de Novela UPZ - El tesoro<span id="docs-internal-guid-2d77ac7b-7fff-6b7f-82f8-5d3d94631381"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span id="docs-internal-guid-1bdc4ec0-7fff-682e-716a-8d6558ba782d"><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi24jXt8uF6IHVDoL8mlsIR5B-3GrMjFgDcscxvZf-sdWekO27-dMo0eLX2_-DpPKaDZEg2sxMzc_xejeB8AZq6CRQIwsjP67awThxq7jBe2OJc2IQ9xgg7PrDnr0sC5G86sxUnLgShVfb3QCfZtqwQryo7QWiMwZeKWTDSLvQdqXFuNeERqWksTuZD/s455/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" imageanchor="1" style="font-family: Arial; font-size: 11pt; margin-left: 1em; margin-right: 1em; white-space: pre-wrap;"><img border="0" data-original-height="199" data-original-width="455" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi24jXt8uF6IHVDoL8mlsIR5B-3GrMjFgDcscxvZf-sdWekO27-dMo0eLX2_-DpPKaDZEg2sxMzc_xejeB8AZq6CRQIwsjP67awThxq7jBe2OJc2IQ9xgg7PrDnr0sC5G86sxUnLgShVfb3QCfZtqwQryo7QWiMwZeKWTDSLvQdqXFuNeERqWksTuZD/s16000/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" /></a></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> Te despierta un cosquilleo en el hombro, yaces sobre la hierba fresca. Las cosquillas bajan por el antebrazo, te incorporas y localizas al culpable, un pequeño insecto que ha salido a explorar. Cuando lo tocas se hace una bola que se escabulle rodando para perderse en el césped. Te sientas despacio, te duele todo. ¿Cómo has llegado hasta ahí?. Tus recuerdos están borrosos. Miras a tu alrededor, el prado se pierde en el horizonte, cientos de flores salpican el verde y lo tiznan de colores tan vivos que parecen irreales. Cierras los ojos, alzas la cabeza para sentir los cálidos rayos del sol y la agradable brisa primaveral en tus mejillas, respiras lentamente y el dulzón aroma de los árboles frutales te invade, al abrirlos, contemplas un asombroso arcoíris que surca un cielo azul y despejado. Te preguntas si has muerto, si estás en el paraíso.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> —¡Vaya, vaya! —Una voz a tu espalda te sobresalta. Te giras y ves a un joven pelirrojo bajito que te observa con seriedad. Viste unos vaqueros rotos, unas deportivas sucias y una sudadera verde remangada. Al cruzar los brazos muestra un tatuaje de un trébol de cuatro hojas. Lleva un ojo amoratado y un corte en el labio. Algo se mueve en tu mente, miras tus manos y al notar los nudillos enrojecidos se te encoge el estómago, ¿has sido tú?. Sonríe al percatarse de tu desconcierto.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> —Sí, me has atizado fuerte. —Se frota la cara y se te coloca enfrente—. Aunque tú también te has llevado lo tuyo. —Te guiña un ojo y te da la mano, con su ayuda te pones de pie. Los recuerdos se arremolinan en tu mente ansiosos por salir. Te mira y ladea la cabeza—. No te acuerdas de nada, ¿verdad? —Vuelve a sonreír—. Te has dado un buen golpe al caer.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> —¿Al caer? —preguntas sin comprender nada—, ¿caer?, ¿de dónde?</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> Mira hacia arriba, lo imitas por inercia. Al observar de nuevo el arcoíris las imágenes vienen a tu mente como una película.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> Era una noche fría y lluviosa. Habías salido del bar a tomar el aire cuando te atrajo un destello en el suelo, te agachaste para recoger una moneda dorada con intrincados grabados, no parecía valiosa, pero era tan bonita que la guardaste en el bolsillo. De repente alguien se abalanzó sobre ti y empezó a golpearte.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> —¡Mi tesoro! —gritó agarrándote del pelo. No sabías que quería ni por qué se comportaba así. Te zafaste como pudiste, le diste un puñetazo y comenzaste a correr. Tras una larga carrera volviste la cabeza para comprobar que el joven pelirrojo te seguía de cerca, en ese momento se te antojó como un pequeño duende psicópata sacado de las leyendas. De esos que escondían ollas repletas de oro al final de los arcoíris. Con el corazón en un puño aceleraste el paso y entonces tropezaste.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> Ahora lo entiendes. Miras al duende y le ofreces la moneda. Le dirige una fugaz y ávida mirada y niega con la cabeza.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> —No, es tuya. No he podido atraparte. —Habla con tristeza, como si renunciara a su bien más preciado. Te encoges de hombros y la guardas. —Deberías volver. Tus amigos te estarán buscando.— Sonríe y chasquea los dedos.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> Te despierta un cosquilleo en el hombro, es uno de tus amigos.</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"><br /></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> —¡Vaya pedo!, ¡Te has sobao en la calle! —grita mientras te hace una foto—, ¡ésta pal Instagram!</p><p dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: left;"> Ha dejado de llover y un pequeño arcoíris aparece entre los edificios. Te levantas entre risas, van a ser semanas de burlas, pero te sientes feliz al palpar en tu bolsillo una pequeña silueta redonda.</p></span></div></span><div><span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span><span></span></div></span></div>
<hr /><i><u><b>Ejercicio Taller Novela UPZ</b></u></i><i> - Partiendo de la tirada de dados, escribir una historia de máximo 600 palabras en la que aparezcan tres de los cuatro dados. </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-62801443328989058552022-02-01T22:00:00.002-08:002023-02-06T03:42:35.433-08:00Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 8 - Errante<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgLDyRkOJ8RNSi60tDNAKlFQm_yeQ7hhspcT2ZzQLsz6Sfm_4U3j2TcgXdWI_xGfmZeuKXuNkd0ppyXSDa1S5aEQhbKANJnqLWvGwrnU5G5QEua80b_teQICPrt1C3duJv-MY8qY8nbNqPp0D_2EHZPGTzPxn8kzk1i_6TIGvHNEEfG8q00zeojk5K-=s669" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="669" data-original-width="494" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgLDyRkOJ8RNSi60tDNAKlFQm_yeQ7hhspcT2ZzQLsz6Sfm_4U3j2TcgXdWI_xGfmZeuKXuNkd0ppyXSDa1S5aEQhbKANJnqLWvGwrnU5G5QEua80b_teQICPrt1C3duJv-MY8qY8nbNqPp0D_2EHZPGTzPxn8kzk1i_6TIGvHNEEfG8q00zeojk5K-=w236-h320" width="236" /></a></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><h2>Errante</h2><div><br /></div><div>Añil brumoso</div><div>fronda ocre y glauca</div><div>senda perdida</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div></div> <hr /><i><u><b>Ejercicio tema 8</b></u></i><i> - Imagen inspiradora. Escribe un haiku partiendo de esta imagen. Recuerda el número de
sílabas de sus versos.(5/7/5) </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-5306587765636319482022-01-26T08:58:00.001-08:002023-02-06T03:42:48.760-08:00Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 7 - La prueba<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi05u-QcE9RdzJ8G5FqcPk195qxtMH7uVJPc9q_yl5amNqDlPYHNqdWLjg590Oxz0l9HLRhgaKtwJ8-KTZBZW03hplEnTA6Cf4g1iHo5_2zAyOREbP04ll-dP8WYyBug3KtdaUvT0ndA9o9W0Rbsn6_vH9KB9yrSuemEdgtYJljoR_J0VOHQMUvtasc=s5472" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5472" data-original-width="3648" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi05u-QcE9RdzJ8G5FqcPk195qxtMH7uVJPc9q_yl5amNqDlPYHNqdWLjg590Oxz0l9HLRhgaKtwJ8-KTZBZW03hplEnTA6Cf4g1iHo5_2zAyOREbP04ll-dP8WYyBug3KtdaUvT0ndA9o9W0Rbsn6_vH9KB9yrSuemEdgtYJljoR_J0VOHQMUvtasc=w266-h400" width="266" /></a></div><p></p><p>A ella le desconcertaron los resultados cuando abrió el sobre. Hasta entonces se había sentido bien, pero un buen día una amiga le dijo que no tenía buena cara. Al poco tiempo la peluquera le intentó vender un nuevo bronceador porque estaba demasiado pálida. Empezó a tener más hambre de lo normal y por más que comiera no se saciaba. Pensó que podía ser estrés. También se percató de que cada vez tenía menos energía y de que, poco a poco, perdía lucidez. Lo achacó a la edad. Consultó varias webs de medicina y no sacó nada en claro, así que decidió hacerse una prueba médica para descartar algo grave. Cuando leyó el papel, se le cayó al suelo: ahí ponía que estaba muerta. </p>
<hr />
<i><u><b>Ejercicio tema 7</b></u></i><i> - Escribe un microrelato de entre 1 y 20 líneas que comience así:<br />"A ella le desconcertaron los resultados cuando abrió el sobre" </i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-18141354982707532462022-01-19T07:54:00.002-08:002023-02-06T03:43:15.712-08:00Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 6 FICHA/RELATO/ESCENA<p><i>*Nota* Este ejercicio consta de tres partes que hay que leer juntas por lo que las voy a colocar en la misma entrada</i></p><div style="break-before: page; text-align: left;"><i><span> </span>1-La realización de la ficha a dos personajes que serán los protagonistas de vuestro relato<br /><span> </span>2-La escritura del relato de 350 palabras.<br /><span> </span>3-La escritura de una escena narrativa en la que intervienen los dos protagonistas (200 palabras).</i></div><div style="break-before: page; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhFhClnkeEATFiUHpeNoA92Jn76CGHVYlSB2G8ojc2xakJDCAs4xA4jUnCtAY8T6sOb7pjZDDd5bYIxaB0-cAp9cdzbli2EFNKGaxASHPNJ4O8I0FpdHJZZtgDGeDzx6RdyeoJRAaTbXDFxa9FobgddGETr1AlyHXDYLBDYIqJY6_QThyGsmd07WhIc=s1200" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="700" data-original-width="1200" height="373" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhFhClnkeEATFiUHpeNoA92Jn76CGHVYlSB2G8ojc2xakJDCAs4xA4jUnCtAY8T6sOb7pjZDDd5bYIxaB0-cAp9cdzbli2EFNKGaxASHPNJ4O8I0FpdHJZZtgDGeDzx6RdyeoJRAaTbXDFxa9FobgddGETr1AlyHXDYLBDYIqJY6_QThyGsmd07WhIc=w640-h373" width="640" /></a></div><div style="break-before: page; text-align: left;"><br /></div><div style="break-before: page; text-align: left;"><h3 style="break-before: page; text-align: left;">Ejercicio 6.1 - Las fichas</h3><h4 style="break-before: page; text-align: left;"><u>FICHA I - Aaron</u></h4><div style="break-before: page;"><ul style="text-align: left;"><li>NOMBRE: Aaron Gutierrez Sosa</li><li>EDAD: 30</li><li>PROFESIÓN: Está en paro, se sustenta a base de hacer “trabajillos” o chanchullos, normalmente fuera de la ley.</li><li>ESTADO CIVIL: Soltero, aunque siempre tiene algún ligue.</li><li>HIJOS: Ninguno, al menos que él sepa.</li><li>AFICIONES: Aparte de salir de juerga, jugar al póker y meterse en peleas, le encanta tocar la guitarra acústica y dibujar. Pero esto último no lo reconocerá nunca.</li><li>DESCRIPCIÓN FÍSICA: Alto y delgado, pelo castaño corto, de aspecto bastante desaliñado. Ojos marrones y expresivos y una gran cicatriz en la ceja derecha. Suele llevar pantalones vaqueros, deportivas y camisetas. Lleva un tatuaje en el antebrazo izquierdo de un dragón marino que se hizo en honor a su madre.</li><li>DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Desde fuera, es el típico macarra que pasa de todo y que está siempre metido en líos. Es una coraza que se ha creado para evitar mostrar lo que siente. Hace ver a los demás que es duro e ignora sus problemas, porque así puede fingir que no los tiene y que su vida es aceptable.</li><li>HISTORIA DE LA INFANCIA: Nace un 28 de diciembre, en el hospital de San Jorge, en Huesca. El sale unos minutos antes que su hermana melliza, Lucía, por lo que se considera el hermano mayor. De pequeños se llevan muy bien, son inseparables. Todos los recuerdos de su infancia con ella son maravillosos. Su padre desaparece cuando tienen tres años, lo que hace que los recuerdos de él sean vagos, pero muy agradables. Siempre ha pensado que su desaparición debía tener una razón de peso. La falta de la figura paterna hace mella en su comportamiento, empieza a ser desobediente y a portarse mal en el colegio.</li><li>HISTORIA DE LA JUVENTUD: A base de suspender, deja los estudios en cuanto puede y se empieza a juntar con malas compañías. Comete pequeños delitos, algún timo. Se mete en temas de juego ilegal. La cosa empeora cuando a los 25 años su madre fallece de un accidente. Sin ese faro, se pierde y empieza a beber y consumir sustancias poco recomendables. Se intenta alejar de su hermana, que es la única familia que le queda, porque sabe que va a terminar haciéndole daño. Pero ella sigue figurando como su contacto de emergencia.</li></ul></div><h4 style="break-before: page; text-align: left;"><u>FICHA II - Lucía</u></h4><div style="break-before: page;"><ul style="text-align: left;"><li>NOMBRE: Lucía Sosa Gutierrez</li><li>EDAD: 30</li><li>PROFESIÓN: Trabaja en una gestoría, como administradora de fincas.</li><li>ESTADO CIVIL: Soltera.</li><li>HIJOS: No.</li><li>AFICIONES: Escuchar música clásica, leer, hacer deporte. Y también dibuja, aunque le da mucha vergüenza enseñar sus dibujos.</li><li>DESCRIPCIÓN FÍSICA: Delgada y de pelo castaño largo y liso. Tiene unos bonitos ojos marrones y un lunar en la mejilla, justo en el mismo sitio donde lo tenía su madre. Lleva siempre un colgante con una piedra de lapislázuli que ella le regaló. Viste de forma sencilla, pero siempre limpia e impecable. No le gusta llamar la atención.</li><li>DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA: Es una persona con carácter, algo gruñona. Suele decir lo que piensa, y siempre cree tener la razón. Gracias a mucho trabajo, y a su psicóloga, ha conseguido estar contenta consigo misma y ser una persona de provecho. </li><li>HISTORIA DE LA INFANCIA: Al igual que Aaron, su hermano mellizo, nace el 28 de diciembre, en Huesca. Y aunque en principio es la pequeña por nacer unos minutos después, siempre se considera más madura. La relación con su hermano durante su infancia es muy buena. No tiene ningún recuerdo de su padre, que los abandona al poco de cumplir los tres años. Su madre es la que lucha para sacarlos adelante ella sola, y se convierte en un ejemplo a seguir. Se aplica mucho en las clases, para ser la mejor y que esté orgullosa de ella.</li><li>HISTORIA DE LA JUVENTUD: A medida que va creciendo, crece también el odio por su padre. No entiende cómo ha dejado sola a una mujer tan maravillosa, y a sus dos hijos pequeños. El odio llega hasta tal punto que en cuanto cumple los dieciocho decide cambiarse el orden de los apellidos, para que el de su madre aparezca primero. Aunque le hubiera encantado estudiar bellas artes, decide ser responsable y estudiar un módulo de administración para tener un trabajo y ayudar en casa. La relación con su hermano se va enfriando, hasta que con la muerte de su madre, casi desaparece. Solo sabe de él cuando tiene algún problema. Le fastidia, porque en el fondo lo sigue queriendo y lo echa de menos.</li></ul></div><h3 style="break-before: page; text-align: left;">Ejercicio 6.2 - El relato</h3><h4 style="break-before: page; text-align: left;"><u>Te equivocas, hermanito.</u></h4><div style="break-before: page;">El policía observó a la pareja, luego a sus identificaciones y levantó la vista de nuevo hacia ellos. No cabía duda de que eran hermanos, mismos padres, misma fecha de nacimiento. Y el parecido era innegable. Pero los apellidos…</div><div style="break-before: page;">—Si son mellizos, ¿por qué…? —empezó a preguntar.</div><div style="break-before: page;">Lucía le interrumpió. Odiaba perder el tiempo.</div><div style="break-before: page;">—Me cambié el orden de los apellidos. —Hizo una pausa y miró al agente para ver si era suficiente, pero por su rostro estaba claro que no—. Mi madre fue quien nos crio, por lo que decidí que lo lógico es que su apellido estuviera delante.</div><div style="break-before: page;">El policía, algo confuso, miró a Aaron que tardó más de lo normal en darse cuenta de que quería escuchar su versión.</div><div style="break-before: page;">—Yo no toqué mis apellidos —se limitó a decir encogiéndose de hombros.</div><div style="break-before: page;">—Bien —continuó el guardia sin estar satisfecho del todo—. Como ya saben, les hemos llamado, porque hace un tiempo…</div><div style="break-before: page;">—Veintisiete años —musitó Lucía.</div><div style="break-before: page;">—... sí…, hace veintisiete años recibimos una denuncia de desaparición a nombre de Lucas Gutierrez. Y, bueno, esta mañana ha aparecido un hombre desorientado, con su documentación, —miró a ambos durante unos segundos—, no quiero que se hagan ilusiones, puede ser que alguien se la haya robado. Pero, la verdad, es que la descripción concuerda. Si esperan aquí, por favor. —Se dirigió a la puerta.</div><div style="break-before: page;">—¿Ilusiones? —dijo Lucía indignada en cuanto salió —¿de qué va?</div><div style="break-before: page;">—Venga, hermanita, ¿de verdad no tienes curiosidad de saber si es papá? ¿Preguntarle qué pasó?</div><div style="break-before: page;">—¿Qué pasó?, que vio que la cosa le venía grande, se asustó y huyó como un cobarde. Eso es lo que pasó.</div><div style="break-before: page;">—¿Y si era un espía? ¿Y si lo secuestraron? ¿Y si…?</div><div style="break-before: page;">—Eres un idiota, Aaron ¿Tan difícil te resulta entender que nos abandonó por que no nos quería?</div><div style="break-before: page;">Aaron torció el gesto. No era así. Había algo más. Tenía que haber algo más. Era lo que había pensado durante toda su vida. En este tema nunca estarían de acuerdo.</div><div style="break-before: page;">A la par que se abría la puerta, el corazón de los dos hermanos se aceleró. Tragaron saliva y ambos pensaron exactamente lo mismo: Por fin iban a demostrar que tenían razón.</div><div style="break-before: page;"><br /></div><h3 style="break-before: page; text-align: left;">Ejercicio 6.3 - La escena</h3><h4 style="break-before: page; text-align: left;"><u>¡Guau!</u></h4><div style="break-before: page;">Esa mañana la pequeña comisaría estaba tranquila. Lucía aguardaba en la salita de espera, estaba inquieta pues no tenía ni idea de por qué la habían llamado. Se alisó la falda y miró a su alrededor: estaba sola y, aparte de los sillones de cuero gastado y una planta de plástico, aquello estaba vacío. El fluorescente iluminaba las paredes blancas de las que colgaba un cartel protagonizado por un perro que rogaba al lector que “guaurdara” silencio. No pudo evitar sonreír, esas tonterías le hacían gracia.</div><div style="break-before: page;">La puerta, que quedaba a su espalda, se abrió y escuchó una risotada.</div><div style="break-before: page;">—“Guaurden Silencio” —leyó el recién llegado.</div><div style="break-before: page;">Reconoció su voz al instante. Hacía tiempo que no sabía de él, pero ya le cuadraba todo. ¿Cómo no había caído antes? Estaba en comisaría porque el imbécil de su hermano se había vuelto a meter en problemas.</div><div style="break-before: page;">Él sonrió al verla.</div><div style="break-before: page;">—¡Luci!, ¡qué alegría!</div><div style="break-before: page;">Ella se cruzó de brazos y suspiró disgustada. Estaba harta. </div><div style="break-before: page;">—¿Qué has hecho esta vez, Aaron? —le preguntó airada.</div><div style="break-before: page;">La cara del chico se iluminó y se sentó a su lado.</div><div style="break-before: page;">—¡Madre mía!, no te han dicho por qué estás aquí —respondió incrédulo sin parar de sonreír. Ella, desconcertada, negó con la cabeza—. Han encontrado a papá.</div></div>
Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-42689821774280592212022-01-11T15:00:00.005-08:002023-02-06T03:43:25.422-08:00Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 5 - La estatua<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgqF66ySZ_e8mpG-UTbZEitNUFhlMKAM9dMJwyaT0rLc2zltaphj0X3qvml-n6Xy2UCpJyrBAGsKI6zPmxhKuCDQUTNyCm_XlVWOIprrBUBifboQi_PDVQyc_IxBVQccc2MQ4NaMJ6_eP2tfYhN_g52SlwM7JdUyJ5TQBtw9AKODi8beKE-cNyHU8B_=s939" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="939" data-original-width="626" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgqF66ySZ_e8mpG-UTbZEitNUFhlMKAM9dMJwyaT0rLc2zltaphj0X3qvml-n6Xy2UCpJyrBAGsKI6zPmxhKuCDQUTNyCm_XlVWOIprrBUBifboQi_PDVQyc_IxBVQccc2MQ4NaMJ6_eP2tfYhN_g52SlwM7JdUyJ5TQBtw9AKODi8beKE-cNyHU8B_=w426-h640" width="426" /></a></div><br />Me entusiasmaba que el profesor me hubiera aceptado como su asistente. Desde que fui a la inauguración de su museo no podía quitarme de la cabeza los extraordinarios artefactos expuestos y sus fascinantes historias. Y eso que, por aquel entonces, ocupaban apenas una sala.<p></p><p>Con el paso del tiempo, le ayudé a rescatar y restaurar las cientos de maravillas que ahora, diecisiete años después, habían convertido al museo en una de las mayores atracciones turísticas y visita obligatoria para los amantes de lo sobrenatural.</p><p>Como todas las noches, entré por la puerta de atrás del museo. Me gustaba trabajar en la tranquilidad de la madrugada. Al entrar en el desordenado despacho lleno de cachivaches, la vi.</p><p>Era una estatua de una hermosa mujer esculpida en piedra, de grandes ojos y cabello rizado. Su expresión triste irradiaba una extraña melancolía. Vestía una túnica larga que le cubría hasta los pies y abrazaba un ramo de flores silvestres contra su pecho. El detalle era espectacular.</p><p>—¿Qué te parece, Hector? —La voz del profesor se me antojaba lejana, distante.</p><p>—Es impresionante —contesté sin apartar la vista. Sus ojos vacíos me llamaban.</p><p>El anciano la tapó con una lona. A pesar de eso, tardé unos segundos en reaccionar.</p><p>—¿Qué…?, ¿de dónde…? —acerté a preguntar. El profesor me miró como a un crío.</p><p>—Déjala ahí. No te acerques. No la toques —respondió con ese aura de misterio que le caracterizaba. Se abrochó el abrigo y se colocó el sombrero—. Esta noche acaba con las cajas de música. Sería magnífico poder exponerlas el fin de semana.</p><p>Estaba de acuerdo. Las cajas idénticas y la historia de las mellizas causaría furor entre los visitantes. Me acomodé en la mesa de trabajo mientras el anciano salía y me dispuse a dar los últimos toques.</p><p>De pronto un ruido rompió mi concentración: algo se deslizaba muy despacio. Un repentino golpe me hizo girar la cabeza. La lona que envolvía la estatua estaba en el suelo. </p><p>Cuando la observé un escalofrío recorrió mi espalda. Ahora ya no solo me miraba, también me sonreía.</p><hr />
<i><b><u>Ejercicio tema 5</u> - </b></i><i>Escribe un relato de unas 350 palabras en el que utilices al menos cuatro de las siguientes unidades narrativas:<br /><br /> "Escena"<br />"Narración lineal"<br />"Resumen"<br />"Elipsis"<br />"Descripción".</i>
Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-66198836591792323732021-12-21T15:00:00.007-08:002023-02-06T03:43:40.330-08:00Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 4 - El callejón.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi06mrnHI1DPt7Qv-CH7gNWbA-3uUVErQhlcDcBl7pCir46v_134SCeQTT_uVQXWdbGFxOLeKA3ITPZVUo4aefWh-1M02smBtO2iMD3CVCPJF2LidK07RRqNeTw7LLbVEUXPhVyDo4p31YdpYqa5zyEgiQCyD28aQHc8JAa6vjfjdYa4egwjyhoQ6U6=s1500" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="1002" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi06mrnHI1DPt7Qv-CH7gNWbA-3uUVErQhlcDcBl7pCir46v_134SCeQTT_uVQXWdbGFxOLeKA3ITPZVUo4aefWh-1M02smBtO2iMD3CVCPJF2LidK07RRqNeTw7LLbVEUXPhVyDo4p31YdpYqa5zyEgiQCyD28aQHc8JAa6vjfjdYa4egwjyhoQ6U6=w428-h640" width="428" /></a></div><br />Robert salió del pub por la puerta de atrás, estaba decepcionado: otra noche de búsqueda perdida. Una ráfaga de aire helado le hizo subirse la cremallera de la chupa.<p></p><p>Miró a su alrededor, estaba en un callejón mal iluminado, con las paredes llenas de grafitis y basura por todos lados. El suelo estaba mojado y, por el olor, estaba seguro de que no era agua.</p><p>—Mierda —maldijo—, las botas nuevas. </p><p>De pronto, un pequeño movimiento llamó su atención y llevó su mirada al rincón más oscuro de la calle, justo al lado del contenedor pudo distinguir el ascua de un cigarro y acto seguido escuchó una risilla.</p><p>—Te ha costado encontrarme.</p><p>La voz masculina le hablaba con sorna y aunque ya le resultaba familiar, le seguía provocando una sensación extraña en la boca del estómago. Pero no iba a permitir que se le notara.</p><p>—Zachary —se limitó a decir mientras hacía un gesto con la cabeza.</p><p>La figura que salió de las sombras era un tipo delgaducho, mal afeitado y con pintas de haber estado toda la noche de juerga. Le dió una larga calada al cigarro antes de tirarlo. </p><p>A Robert todavía le costaba creer que el ser al que llevaba meses persiguiendo, del que hablaban todas las leyendas, tuviese esas trazas. Ni en mil años se hubiera imaginado que así era un vampiro.</p><p>Zachary le miró y le mostró una sonrisa afilada.</p><p>—¿Qué te apetece que te enseñe esta noche? </p>
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<i><b><u>Ejercicio tema 4 -</u> </b></i><i>Escribe una escena de unas 200 palabras.</i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8757649392662189457.post-10325162705284905492021-12-14T15:00:00.007-08:002023-02-06T03:43:53.561-08:00Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 3 - El móvil.<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj7NVfdkxSJt-IbHxhdaLD9hyuzzFEwUCGv48Mur1l8b43qrJfwIdppwK69ik6F_RD3zsgHb6jwb0VCt8n5dHsHeLI7w_RkFPHE__dH5ubt82uBiJxgyBwwFy2EI8YTXZnrmPDbzfcuq7GrxF1bjm3FhuluexDnSG60cOaBXW1G1t4z3PIKqmzXJqjW=s1500" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="1000" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj7NVfdkxSJt-IbHxhdaLD9hyuzzFEwUCGv48Mur1l8b43qrJfwIdppwK69ik6F_RD3zsgHb6jwb0VCt8n5dHsHeLI7w_RkFPHE__dH5ubt82uBiJxgyBwwFy2EI8YTXZnrmPDbzfcuq7GrxF1bjm3FhuluexDnSG60cOaBXW1G1t4z3PIKqmzXJqjW=w426-h640" width="426" /></a></div><br /> No durmió bien. Tenía un nudo en la garganta tan grande que le costaba respirar.<p></p><p>—Néstor, cariño, ¿qué hemos hablado de usar el móvil en la mesa?</p><p>El joven suspiró con desgana y echó un vistazo rápido a las notificaciones antes de guardar el aparato en el bolsillo y hacer frente al el bol de cereales.</p><p>—¡A Néstor le han dado calabazas! —canturreó en tono burlón Carmen, su hermana pequeña con la boca llena de galletas.</p><p>—Cállate —le contestó mientras le pellizcaba la pierna. La niña soltó un chillido y empezó a llorar de forma escandalosa.</p><p>—¡Ya está bien! —le interrumpió la madre muy seria —, como no lo dejéis ya, os castigo a los dos —les amenazó.</p><p>La pequeña se calmó al instante, y Néstor, aunque un castigo no le importaba nada en esos momentos. Obedeció para que no le quitaran el móvil. Lo necesitaba.</p><p>Tirurí. </p><p>El sonido del WhatsApp hizo que el corazón le diera un vuelco. Miró a su madre, y ésta negó con la cabeza.</p><p>—Ni se te ocurra tocarlo hasta que no termines el desayuno.</p><p>El aparato le quemaba en los pantalones, le ardía en el muslo. </p><p>Tirurí. Tirurí.</p><p>El nuevo sonido y la vibración de los mensajes le sacudieron como un terremoto.</p><p>Su madre le miró y levantó un dedo.</p><p>Se encaró a la mesa, la leche estaba fría y los cereales tan blandos que se le hacían bola en la boca. Eso era imposible de tragar. Se sentía impotente, incomprendido ¿Por qué su madre era tan mala con él? Su hermana soltó una risita y eso fue la nota que colmó el vaso. Se levantó.</p><p>—No quiero desayunar —gritó con lágrimas en los ojos.</p><p> —¡Néstor, vuelve a la mesa o te quedas sin móvil una semana! —amenazó su madre.</p><p>El adolescente hizo caso omiso y corrió a encerrarse en su habitación dando un gran portazo.</p><p>—¡Néstor! —escuchó gritar a su madre enfadada. </p><p>Pero Néstor solo podía pensar en una cosa. Por la noche se había declarado a Almudena, la chica más guapa de la clase. Ella tenía que contestarle. Eso su madre no lo entendía: era el momento más importante de su vida y no podía perderlo con chorradas.</p><p>Sacó con rapidez el teléfono del bolsillo mientras su madre golpeaba la puerta. </p><p>—¡Néstor!, ¡cuando venga tu padre te vas a enterar! </p><p>Lo desbloqueó y se dispuso a mirar los mensajes. </p><p>Tres mensajes sin leer</p><p>“Tu saldo está a punto de agotarse”</p><p>“Puedes recargarlo en el punto Vodafone mas cercano”</p><p>“Te recordamos que puedes ganar puntos extras mandando la palabra PUNTOS al 01101110 01101111”</p><hr />
<i><b><u>Ejercicio tema 3</u> - </b></i><i>Elige uno de estos dos inicios para escribir un relato de unas 350 palabras: <br /><br /> “Cuando nací, mis padres ya no se querían…” (Ana María Matute. 1ªpersona) <br /> “No durmió bien. Tenía un nudo en la garganta…” ( Gustav Flaubert. 3ª persona)</i>Rak Pyro's - dopidophttp://www.blogger.com/profile/13863390005413171207noreply@blogger.com0