La chica todavía duerme pero la expectación es enorme. Han pirateado la señal del canal con más audiencia del país. Todo el mundo está viendo a una joven en el suelo y un número en la pantalla: TRES-SEIS-CERO-CERO.
Nadie sabe quién es ni dónde está. Dicen que puede ser una farsa; algunos aseguran que está muerta. Hay mil teorías. Mientras tanto ella se despierta.
TRES-CINCO-NUEVE-NUEVE. Empieza la cuenta atrás. El fenómeno es viral.
Mira a su alrededor, parece desorientada. Al frotarse los ojos se da cuenta que tiene una llave en la mano. Sonríe sacudiendo la cabeza, no está asustada.
—Para la caja —lee en el llavero.
La guarda en el bolsillo y empieza a buscar la cámara con la vista. En cuanto la localiza se acerca.
—No puedo creer que lo hayas hecho —dice—. ¿Está grabando? ¡Bufff, estás loco!
Nadie sabe con quién habla. Desaparece del plano y la cámara hace movimientos bruscos hasta que la imagen se enfoca. Parece una especie de GoPro, a partir de ahora, todos verán lo mismo que ella.
Está sola en una pequeña habitación. Las únicas salidas son una puerta blindada con un teclado numérico y el conducto de ventilación del techo. Un fluorescente ilumina la estancia en la que solo hay un viejo armario repleto de cajones y compartimentos con diferentes tipos de candados, cerraduras y rompecabezas.
—Es fascinante —dice—. El mejor regalo que me han hecho. ¡Te quiero, Marcos!
DOS-NUEVE-CINCO-OCHO.
Un cajón abierto le proporciona la primera pista. Poco a poco, abre cerrojos y candados. Está inmersa en su labor, disfrutando tanto que no es consciente del tiempo.
CERO-SEIS-CERO-CERO.
¡Meeec, meeec, meeec!, una estridente alarma retumba por la sala.
—¡Maldita sea! —se queja—, tengo que darme prisa.
Se mueve rápido. Otro acertijo resuelto, un candado menos. Sólo queda el gran compartimento en mitad del armario, pero está perdida en una extraña combinación de colores que no tiene sentido.
El público tiene el corazón en un puño. Hay gente que grita la respuesta a su pantalla.
Tarda un par de preciados minutos en dar con la solución. Aparece una caja en la que se lee: “Tu regalo”.
«¡¿Qué hay en la caja?!» es #TrendingTopic ahora mismo.
La deja en el suelo y saca la llave. Encaja a la perfección en la cerradura.
—¡Buah!, esta vez te has superado, Marcos —dice antes de girarla—. Eres el mejor novio del mundo.
Se escucha un crac y la caja se abre. Ni ella, ni las personas que la siguen están preparadas para esto.
—¡Marcos! —grita horrorizada al ver dentro la cabeza sanguinolenta del joven.
Tira la cámara al suelo que, por suerte, sigue grabando.
CERO-CERO-TRES-CERO.
La alarma se para, ella corre hacia la puerta. Empieza a teclear frenéticamente. Un largo biiiiiip indica que la combinación es incorrecta.
CERO-CERO-DOS-TRES.
Lo intenta de nuevo. Biiiiiip. Maldice.
CERO-CERO-UNO-CINCO.
Llora, pero no se da por vencida. Biiiiiip.
CERO-CERO-CERO-UNO.
Antes de que se apaguen las luces, se ve un humo espeso saliendo del conducto de ventilación. Solo se escucha la tos incontrolable y los sollozos de la chica. Cuando llega el silencio, la señal queda libre.
Calentitos y tranquilos en sus casas, los espectadores, se disponen a terminarse la cena.
Marzo 2019 - ¡La caja, la caja! https://www.literup.com/contest/4
Requisitos:
a. El relato debe tener tres onomatopeyas de categoría A y B (mínimo una de cada).(Cumplido)
b. El/la protagonista despierta con una llave en la mano. (Cumplido)
c. Debe aparecer la frase: "¿¡Qué hay en la caja?!".(Cumplido)
Puntuaciones: 8/10 - 9/10 - 8/10 (26.08PX)
Puesto 1/20
Enlace a los 20 relatos participantes: https://www.literup.com/contest/trial/41
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