Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 1 - Tengo que dejarlo.


 Me detengo para escuchar la música. No me había dado cuenta de que suena mi canción favorita. Se oye distorsionada, alguien tiene que cambiar ese viejo aparato. Cierro los ojos y me dejo llevar durante unos segundos por la cadencia de la melodía. Tengo que dejarlo antes de que sea tarde. Esto no es vida. Suelto un sonoro suspiro y abro los ojos.

Me concentro en el arma que sostengo entre las manos y en el chico al que apunto. ¿Se ha movido? Juraría que ese imbécil se ha movido.

—¿Sé puede saber que haces? —Me acerco amenazante y ladeo la cabeza mientras le pongo la pistola en la cara—. ¿Quién te ha dicho que puedes moverte?

El empleado de la gasolinera tiembla sin control. Es un chaval de veintipocos años, no parece muy avispado. Se llama Peter, o eso pone en el bordado de su camisa.

—No… no… no me movía… —tartamudea.

—Claro que no —le respondo con una sonrisa que no tiene nada de amable—, si no, ya sabes que te va a pasar ¿verdad?

El joven asiente llorando como un bebé grandote. En el fondo, el pobre me da lástima. No le voy a disparar, pero eso no lo tiene porque saberlo. Miro a mi compañera que vacía la caja registradora.

—¿Cómo lo llevas, Sandra? —le pregunto impaciente—. Tenemos que largarnos ya.

Ella sonríe. Está tan guapa cuando sonríe. Me perdería en esos ojos azules del color del cielo...

—Ya está —dice con tono triunfal mientras cierra la cremallera de la bolsa repleta de billetes. Acabamos de cosechar un suculento botín. ¡Me siento tan satisfecho!

De repente veo como Sandra cambia el gesto.

—¡Cuidado! —grita mientras señala con el dedo detrás de mí y se tira al suelo.

Me giro para mirar a Peter que me apunta con una escopeta que debía de tener escondida debajo del mostrador. No dice nada y ya no llora. Pero su ira impregna el ambiente.

—Tranquilo —le digo más nervioso de lo que me gustaría—, nadie tiene que salir herido. —Bajo el arma para mostrarle que no soy un peligro. Gran error. 

Peter me dispara. No siento el impacto, ni el golpe contra el suelo. En realidad no siento nada. Creo que de eso trata morirse. Puedo ver a Sandra acurrucada detrás de una estantería. No se atreve a moverse y ahora es ella la que llora.

Una sirena se escucha a lo lejos. La hemos cagado. Debería haberlo dejado antes. 

Antes de sucumbir a la oscuridad, me planteo si me da mas miedo despertarme o no hacerlo.


Ejercicio tema 1 - Escribe un relato con las palabras: "cosechar" y "golpe".

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