Escritura y Creatividad UPZ - Ejercicio 2 - La yaya Gloria.

 


La habitación llevaba años cerrada. El yayo Tomás la había mantenido así desde que falleció la yaya Gloria. Pero ahora, tras morir él, nos tocaba reformar la casa para venderla.

Yo estaba contenta, era un gran proyecto, pero también me apenaba pensar que todo aquello fuera a desaparecer. Había tantos recuerdos entre esas paredes… Mi hermano Gabi y yo nos habíamos criado en esa casa.

Acaricié el papel estampado. Habría que arrancarlo y pintar todo el pasillo. El turquesa quedaría bien.

—No encuentro la llave —escuché protestar a Gabriel.

—Pues necesitamos entrar —respondí con un suspiro.

Gabi sonrió. Negué con la cabeza, conocía esa cara y no me gustaba. Antes de que pudiera hacer algo, le dio una patada a la puerta. La oxidada cerradura se quebró con facilidad.

Dentro todo estaba en penumbras. Me acerqué al gigantesco ventanal y aparté las cortinas para que la luz bañase la estancia. Gabi estornudó por el polvo.

—¡Mira, Eli! —exclamó—. Todo sigue como lo tenía la yaya.

Asentí sin poder dejar de observar a mi alrededor. El armario empotrado, su máquina de coser, sus libros, el viejo arcón repleto de telas, su caja de costura... Era lógico que el yayo hubiera cerrado la habitación: Le resultaba demasiado doloroso sentir que la esencia de su mujer permanecía ahí.

Me acerqué a la mesa y abrí la caja, sonreí al ver las bobinas de hilo perfectamente ordenadas. Había un pequeño frasco de colonia. Lo cogí y al abrirlo el aroma me envolvió.

Yo jugaba con mis muñecas, mientras la yaya trabajaba. El repiqueteo de la máquina de coser era lo único que rompía el silencio.

—Elisa, cariño, ven que te pruebo el vestido —me decía.

Yo me levantaba y me acercaba. Su olor dulce me arropaba, mientras me ponía aquel vestido azul.

—No te muevas, voy a poner unos alfileres —continuaba concentrada.

Yo cerraba los ojos e intentaba estarme quieta. Respiraba despacio y al aspirar olía como el jardín en verano. 

—¡Huele como la yaya! —. Mi hermano me sacó de mi ensoñación. —¿Cómo es posible que no se haya estropeado en tantos años?

Me encogí de hombros, lo guardé en el bolsillo y sonreí. Los recuerdos no desaparecerían en esa casa.


Ejercicio tema 2 - Escribe un relato de unas 350 palabras que te sugiera uno de estos dos disparadores creativos:

“Un olor en mi memoria”. (es el que yo he elegido)
"Un sabor en mi memoria”.

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