Yo volvía del mercao la mañana que vino al pueblo. Eran primeros de septiembre, macuerdo porque era justo antes de que empezaran los críos la escuela.
Bajó del coche de línea, toa emperifollá. Con esos aires de ziudá y esas trazas de marquesa gabacha. Como pa echarnos en cara a las del lugar que era más que nosotras. ¡Qué pocos modos! ¡Cómo cantoniaba esas garrillas la fozina del demonio pa que la vieran los mozos!
La Pascuala, que con eso de que es la mujer del alcalde lo chafardea todo, nos contó que la forana iba a ser la nueva maestra… ¡Jesús, María y José! Me tuve que santiguar tres veces. ¿Esa pécora iba a enseñar a los rapaces? ¡Vaya catatombe!
Y pasó lo que tenía que pasar: Enseguida les llenó la cabeza de fantesías y burrufallas en vez de enseñarles lo que Dios mandaba. ¡Qué bergüeña!
¡Cómo la miraban los zagalicos cuando paseaba por la plaza! Como a la virgen el día de la fiesta mayor. Los tenía como hechizaos. ¡Y cómo miraba ella a los farderos de buen ver! ¡Qué descarada! Asin no era como tenía que portarse una mujer decente.
Empezó a ir a coser a dónde la Adoración que, con el escamocho de juntarse pa aprender, vete tú a saber lo que alparciaban ahí. Toas esas eran brujas, no había una güena.
De ahí salió con la titada de lo del padre de la Adoración. ¿Pues no se emperró que había que sacarlo de la fosa común pa darle un sepulcro digno? ¡Por Cristo nuestro Señor! Ya lo que nos faltaba.
Menos mal que el párroco, que es hombre agudo y bueno, se metió por medio y consiguió que la echaran del pueblo.
Qué remansico de paz se quedó con la nueva maestra, ¡qué escanso, Jesusico mío, pa tos los de aquí y pa los zagales!
Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación - ADELA: Escribir un relato de unas 350 palabras, en primera persona, basado en el relato "La isla" donde se cuente la historia desde el punto de vista de otro personaje de la historia
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