Iniciación a la escritura creativa UPZ - Karma



Nerea estaba cabreada. ¿Cómo podían hacerle esto sus propios padres? Ella dedicaba el 100% de su vida al trabajo y, definitivamente, no tenía tiempo para esas tonterías. ¿Por qué tenía que ir ella misma a renovar su pasaporte? A sus 22 años era la orgullosa propietaria de “Bella Nerea” un canal de Youtube de tutoriales de maquillaje con 21.403 suscriptores. ¿No se daban cuenta de que, si no subía video esa tarde, iba a perder seguidores?

El autobús dio un frenazo y la señora que iba delante le dio un pisotón. Era una mujer grande de pelo rubio, con cara de pocos amigos.
—Disculpe, señorita —le dijo, con un ligero acento alemán.
Ahora sus carísimas botas recién estrenadas tenían una mancha horrorosa. —¿Pero de qué vas? —le espetó, su voz era tan estridente que enseguida despertó las miradas de algunos curiosos— ¿Tú sabes lo que valen estas botas? La mujer la miró a los ojos, pero no contestó.
—Te ha pedido perdón —dijo alguien por detrás. El autobús se llenó de susurros reprochando su comportamiento. Nerea dio un sonoro suspiro, se ajustó los auriculares y subió el volumen de la música. Si Shakira no le daba paciencia, nadie lo haría. Cuando bajó en la parada había relatado su horrible experiencia por Twitter y en Instagram había 259 personas que se lamentaban por su pérdida. Sonrió, seguramente, la marca le regalaría otro par. Miró Google Maps, para llegar a la oficina. Había una cola enorme, así que encendió la cámara del móvil para enfocarse: esa mañana se había maquillado para que sus ojos verdes resaltaran con su pelo teñido de azul. ¡Estaba perfecta! Haría un directo mientras esperaba. Agna se había levantado a las 6:35 de la mañana, como todos los lunes y jueves. Había preparado acelgas para la comida y le había dado un paseo a Friedrich, su hurón, al que había dejado durmiendo encima de su cojín favorito. Había hecho sus ejercicios, limpiado la casa y cogido el autobús camino al trabajo. Le esperaba un buen día, ni siquiera el desagradable incidente con la chica del pelo azul lo enturbiaría. Ocupó su puesto y tachó el último número del calendario. Ya estaba, era el día. —¡Magda! —le dijo un compañero—, ¡que hoy te jubilas!
Agna no se molestó en corregirle, simplemente asintió mostrando una sonrisa forzada mientras su ordenador se encendía. Llevaba 40 años en ese puesto, prácticamente desde que había llegado de Berlín. Su expediente era intachable. Ni un error, ni un día de baja. Una empleada excelente… pero sus compañeros no se sabían su nombre. Reconoció a la chica del autobús por su voz chillona. Se había saltado la mitad de la fila y la casualidad había hecho que acabara en su ventanilla. Nerea Muñoz. Renovación del pasaporte. La documentación era correcta. La joven le mostró una bonita sonrisa y Agna se dio cuenta que no la había reconocido. —¿Ya está todo? —preguntó impaciente. Agna asintió y grapó la documentación con cuidado. Tenía casi 65 años y se jubilaba. ¿Qué mejor forma de empezar una nueva vida? Si lo hacía queriendo no era un error. Sacó el sello rojo y lo plantó encima de la fotocopia del DNI: trámite denegado.

Ejercicio curso de escritura creativa - Iniciación  - Creación personajes: Realizar la ficha de dos personajes y escribir un relato de unas 500 palabras en donde interactuen

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